Anwar y “El Porki” ordenaron matanzas

El cabecilla de la mara Salvatrucha, Alexander Mendoza, alias “El Porki”, no solamente ordenó sino que coordinó la muerte de José Durán Avilés Alvarado, el pasado 15 de julio del 2015, de acuerdo al requerimiento fiscal presentado contra la estructura despiadada de la pandilla.

Jairo Anwar Orellana Recinos, el otro cabecilla importante, junto a Alexander Mendoza, planificaron los crímenes más atroces, contra al menos 20 víctimas.

Sus operaciones tenían táctica y usualmente, nadie escapaba de morir una vez que eran sentenciados, excepto un alcalde que perdió las elecciones en un municipio de Francisco Morazán, quien precisamente por eso se salvó de la sentencia de muerte que le habían puesto estos líderes de la Salvatrucha.

El crimen de Avilés Alvarado se produjo a las 5:30 de la mañana, del 15 de julio, a inmediaciones del bulevar Fuerzas Armadas, frente a las bóvedas del Banco Central de Honduras, al ser interceptado por sujetos desconocidos, quienes le dispararon en reiteradas ocasiones, hasta que lo alcanzaron para darle muerte.

La víctima herida perdió el control del vehículo el cual siguió su marcha e impactó con otros en el bulevar, saltó la mediana y colisionó, causándoles la muerte también a otras víctimas que no tenían que ver con la orden que ejecutaron los pandilleros, quienes salieron ilesos y escaparon de la escena del crimen.

De acuerdo a la Fiscalía, “El Porki” ordenó la muerte por un ajuste de cuentas, producto de una deuda por drogas.

En uno de esos vehículos se trasladaba José Durán Avilés Alvarado, quien fue ejecutado por los dos líderes principales de la “Mara Salvatrucha”.
En uno de esos vehículos se trasladaba José Durán Avilés Alvarado, quien fue ejecutado por los dos líderes principales de la “Mara Salvatrucha”.

También ordenaron la muerte de los reclusos José Javier Ramos Rodríguez, Juan Francisco Castro y Nelson Adalid Hernández Ponce, alias “Los Copanecos”, dentro de la cocina del módulo 8, de la Penitenciaría Nacional, donde fueron asesinados con armas de fuego y puñales, el pasado 28 de abril del 2015.

El 17 de agosto del 2015, a las 10:00 de la mañana, acabaron con la vida de José Luis Castro, Kennyel Ronny Rodas Martínez, alias “La Rata” y Sady Joel Argueta Puerto, dentro de un billar, ubicado en el municipio de Villanueva, Cortés.

En otro hecho, el 30 de septiembre del 2015, en las cercanías de El Carrizal, en Comayagüela, frente al restaurante Cancún, también les dieron muerte a José Yovanny Cruz Fonseca, Jonathan Cruz Osorto, Patrick Javier Cruz Rivera y Franklin Isaac Ordóñez Bautista, en un acto de venganza.

Como también acababan con los líderes de la misma pandilla, Alexander Mendoza y Jairo Anwar Orellana Recinos, de la MS-13, planificaron la muerte de los hermanos Kelen Ariel y Germán Omar García Maradiaga, quienes eran miembros de la misma agrupación. Ellos sufrieron una muerte horrorosa porque los privaron de su libertad y los llevaron a un lugar denominado El Cerro, donde los mataron, uno de los cadáveres fue trasladado a San Pedro Sula y del otro, nunca se encontró.

La Fiscalía considera integrantes de la Mara Salvatrucha, MS-13, a “El Porki”, Jairo Anwar Orellana Recinos, quienes se destacan como líderes de la agrupación delictiva.

Otros pandilleros acusados por estos crímenes son Jaime Efraín Mejía, Jorge Neftalí Romero Mejía, Álvaro Ernesto García Calderón, David Elías Campbell, Jairo José Aguilar Girón, César Josué Molina Lara, Alexis Amílcar Cárdenas Vindel, Denis Adalid Paguada Puerto, José Mavier Mendoza Pulido, Jorge Alberto Velásquez Paz, Josué Naún Montufar Henríquez, René Gerardo Archaga Padilla y Ronal Alexander Gavarrete Canan, a quienes acusan de asociación ilícita, lavado de dinero y asesinato.

Esta estructura criminal ordenó crímenes atroces, incluso contra sus propios miembros eran más crueles.
Esta estructura criminal ordenó crímenes atroces, incluso contra sus propios miembros eran más crueles.

Estos pandilleros denominan a la MS-13 “empresa” o “familia”, la cual tiene una estructura bien organizada, permanente y debidamente jerarquizada, con atribuciones específicas, distribución de tareas, roles y aportes dentro de la misma, estableciéndose que los líderes anteriormente mencionados ordenan y autorizan con frialdad a sus colaboradores que ejecuten los actos ilícitos penales, como ser: asesinatos, tráfico de armas, delitos relacionados con el narcotráfico, extorsión.

Sus delitos no solamente son cometidos en el territorio nacional, también en El Salvador y Guatemala, donde se mueven abiertamente, generando así los fondos necesarios para el sostenimiento de la organización, financiamiento de sus operaciones y adquisiciones de bienes y el lavado de dinero proveniente de la extorsión.