Valle de Ángeles se ‘cundió’ de mareros

El terror y diferentes delitos se convirtieron en la “pesadilla” de los habitantes de Valle de Ángeles, a raíz de una serie de hechos delictivos que “robaron” la paz y la tranquilidad del turístico municipio.

Relatos de lugareños refieren que en un periodo de un año y medio, ese término municipal se convirtió en una zona inhabitable, pero que muchos no se atrevían a denunciar por temor a represalias, debido a que muchos sectores, dedicados al comercio o al transporte estaban bajo amenaza.

Pero los hechos hablaban más que las palabras, para el caso el 11 de noviembre de 2015, un conductor de una mototaxi fue acribillado a balazos por desconocidos, según las autoridades no quiso pagar el impuesto de guerra.

Así como ese, muchos casos respecto al transporte, pero muchos son los vecinos que comentan que en ese periodo de tiempo, sus casas fueron atracadas. “A nosotros nos dejaron amarrados y se llevaron todo lo que teníamos”, comentó una lugareña que no quiso ser identificada.

Por ejemplo, en ese municipio es un secreto a voces que los dueños de hoteles, restaurantes y mercaditos son fieles pagadores de “impuesto de guerra” y que sino lo hacen corren el riesgo de muerte.

Muestra de ellos es que el 19 de octubre, un supuesto ladrón que intentó asaltar un negocio, junto a dos compinches, murió a manos del dueño de la pulpería, ubicada en el barrio El Zarzal del municipio de Valle de Ángeles.

Para el caso, solo una de las líneas de transporte que cubre la ruta de Valle de Ángeles-Tegucigalpa paga alrededor de 70 mil lempiras por concepto de extorsión.

Lugareños identificaron que hay sectores como “La Pozona”, “Miravalle”, “Cerro Grande”, “Villa Claudia”, que están “cundidos de miembros de ambas maras, ms-13 y 18 y que en una de esas comunidades se encuentran instalados personas muy cercanas a la pandillera conocida como “La Diabla”.

Durante los últimos meses, muchos pobladores dijeron sentirse tan preocupados por la situación que denunciaban de manera continua y anónima ante los medios de comunicación radial, los hechos delictivos de que eran víctimas.