El cadáver de Berta Cáceres, después de ser trasladado la mañana de ayer desde La Esperanza, Intibucá, hacia Tegucigalpa, fue autopsiado en la morgue capitalina por un equipo forense, que preliminarmente reportó que la dirigente ambientalista e indígena murió violentamente al recibir tres impactos de bala de revólver calibre 38 milímetros.
Los restos mortales fueron ingresados al parqueo interno de la morgue capitalina alrededor de las 11:50 de la mañana, pero debido a la afluencia de personas y medios de comunicación en el estacionamiento fue hasta las 12:10 del mediodía cuando los metieron.
En ese lapso de tiempo, la directora del Centro de Medicina Legal de Ciencias Forenses, Senma Villanueva, explicó que en la autopsia del cuerpo de la activista trabajaría un equipo emergente, para darle celeridad al proceso de entrega a sus familiares.
Por tal circunstancia, la autopsia estuvo dirigida por el subdirector de Medicina Forense, el especialista Amílcar Rodas, acompañado de cuatro forenses y otros técnicos. Rodas especificó que la autopsia duró tres horas por parte de cinco forenses.
Berta Cáceres recibió tres disparos por la espalda
