The New York Times destaca crimen de Berta Cáceres

El diario estadounidense The New York Times consideró que la muerte de la “más prominente activista ambiental en Honduras, llama la atención sobre el país con el pésimo historial de derechos humanos”.
El diario publicó este viernes un artículo en el que reseña la muerte de la ambientalista Berta Cáceres en La Esperanza, Intibucá, al occidente de Honduras.
Resume que Berta Cáceres “lideró por una década, una larga batalla contra el proyecto de construcción de la represa de Agua Zarca, en el rio Gualcarque, considerado sagrado para el pueblo lenca.”.
The New York Times recordó que las acciones de Cáceres durante su lucha por defender los derechos de los pueblos indígenas llegó hasta la instancia de la Comsión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), razón por la cual recibió el prestigioso premio Goldman.
Además cuestionó que el asesinato ocurriera pocos días después de la visita del presidente Juan Orlando Hernández a Washington y México, donde consideró que su gobierno esta tomando las acciones “para combatir la violencia que mantiene a Honduras, como uno de los estados, con más alto índice de homicidios”.
El diario neoyorquino reprodujo las declaraciones del Secretario de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, en las que aseguró que Cáceres estaba bajo la protección de las fuerzas de seguridad hondureña, pero que renunció a su escolta personal.
Por otro lado, recoge las declaraciones del hermano de la víctima, Gustavo Cáceres, quien aseguró que el crimen pudo evitarse.
El artículo de The New York Times finalizó el artículo con las palabras de la hondureña cuando recibió el premio Goldman, “me siguen, me amenazan con secuestrarme, con matarme. Amenazan a mi familia. Esto es lo que tenemos que enfrentar” dijo en relación a su trabajo en defensa del ambiente.
En la versión en español, The New York Time denuncia que de acuerdo al “informe anual de Amnistía Internacional publicado en febrero, se denuncia que el gobierno de Honduras no aplicó las medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ni investigó los diversos abusos cometidos durante los últimos años contra dirigentes de la comunidad indígena.
Asimismo Victoria Tauli-Corpuz, relatora especial para los derechos indígenas de Naciones Unidas, que se reunió con Cáceres en noviembre, dijo que “es muy probable que su asesinato esté vinculado con su trabajo de protección de los derechos humanos y el territorio del pueblo lenca”.