Por: Santos Gabino Carvajal.
Consultor en Derecho Minero.
Cada vez que la autoridad Minera se acuerda o le recuerdan que en Cuculmeca el Corpus, Choluteca hay un problema que demanda una solución real y eficaz, el único expediente que se les ocurre abrir es:
Se debe prohibir la minería artesanal en Cuculmeca por los riesgos que corre la vida de los mineros.
Y es que evidentemente el laboreo como lo hacen los pobladores para ganarse la vida les puede significar la muerte, sino, se realiza bajo ciertos patrones de organización, tecnología, seguridad y legalidad, factores hacia donde debe apuntar la intervención del gobierno a través de INHGEOMIN, antes de ser recurrentes en la amenaza de prohibir el trabajo en esa zona. Es necesario considerar que:
– Honduras acusa en los últimos años la peor crisis de desempleo y el sur del país es la región más pobre.
– La principal fuente de empleo en la zona de Cuculmeca en San Juan Arriba es precisamente la extracción de broza con contenido aurífero.
– Son muchísimos años que personas y familias enteras, trabajando en condiciones precarias obtienen los ingresos para llenar las necesidades elementales de su vida.
– El gobierno en esa zona minera por tradición, nunca ha propuesto un proyecto minero viable u otras fuentes alternativas de trabajo en las que puedan nuestros compatriotas subsistir con el fruto de su esfuerzo en otras áreas del quehacer humano.
Con este panorama, con este paisaje que pinta la realidad no se le puede prohibir a esa gente trabajar en lo único que saben hacer, aún a riesgo de accidentes desgraciados como los del año 2014 cuando murieron soterrados 8 hondureños valiosos que debieron tener mejor suerte si las cosas en Cuculmeca se hicieran correctamente.
Minería sí, pero no así.
Se proclamó en un foro convocado por la Iglesia Católica al cual asistimos mineros, empresarios, funcionarios del gobierno local y nacional, grupos ambientalistas y otros sectores de interés, hoy que nuevamente se analiza la situación de Cuculmeca me parece que a esa frase debe dársele contenido y dotarla de objetividad para hacer posible una solución real y definitiva al problema que representa la actividad minera, sin orden, ni ley.
– Organizar el elemento humano. Las personas que viven y trabajan en Cuculmeca deben ser organizadas ya sea en cooperativas de usos múltiples o en MIPYMES, con criterio empresarial cuya principal tarea sea desarrollar un proyecto de oro de primera clase, con una administración responsable sobre bases de equidad, méritos, capacidad y respeto con una clara definición sobre política ambiental, de seguridad, salud, relaciones intercomunitarias y legalidad (la FACACH u Fundación COVELO pueden ser las instituciones a consultar para esta organización).
– Demarcación y mensura. El predio superficial objeto del proyecto minero Cuculmeca debe ser demarcado totalmente y definir sus límites con cita previa a los colindantes, debiendo el Estado conocer las observaciones y resolver los reclamos referentes al terreno que se ocuparía para desarrollar las operaciones mineras por parte de la comunidad organizada.
– Seguridad obligatoria. Toda persona que vaya a trabajar en el proyecto debe conocer y respetar las normas de seguridad en la actividad minera, la capacitación debe ser profesional y permanente, a toda persona debe dotársele los implementos de protección, casco, overol, anteojos, botas, audífonos, radios, focos, igualmente la zona de operación debe tener las medidas de seguridad físicas como ser chimeneas de oxigenación, extractores, desagües, las galerías deben tener asegurados los cielos, paredes o costados y dotarse de pasamanos que aseguren fácil entrada y salida de los mineros.
– Estudios tecnológicos. Es necesario que un estudio técnico y científico determine mediante diagnóstico completo la actual situación de la zona, con planos superficiales y subterráneos que señalen donde esta cada pique, pozo, galería y socavón, a efecto de que cada actividad se realice respetando el plan técnico y así evitar la ocurrencia de accidentes por el cruce o conexión entre galerías antiguas.
– Acopio y metalurgia. El gobierno debe construir, en el proyecto un centro de acopio y un beneficio para la separación del mineral, hasta obtener el mayor porcentaje de pureza del oro extraído, con los controles necesarios para asegurar la distribución de las ganancias.
– Todo lo anterior podría dar como resultado que las actividades mineras y metalúrgicas que se realicen en Cuculmeca pueden permitir garantizar la seguridad jurídica, la salvaguarda de la vida humana y la dotación de una explotación que permita que los pobladores continúen sus labores sin riesgos innecesarios y con garantías de desarrollar su vida de una manera integral.
– Importante es que todas esas etapas que se han expuesto a renglones gruesos se realicen en un período de tiempo en el cual la autoridad minera decrete una veda y en el ínterin el gobierno debe proveer lo necesario para la subsistencia de las trescientas o más familias que tradicionalmente se han dedicado a esta labor. Ya existen planes para lo que se denomina alimentos por trabajo, también algún porcentaje del famoso Bono Diez Mil puede orientarse a estas personas mientras se reinician las operaciones del laboreo.
Es lógico que estas actividades ameritan un presupuesto grande el cual podría cubrirse con préstamos públicos o privados como un avío que puedan recuperarse con las utilidades o productos que se obtengan cuando ya la operación esté en pleno desarrollo de explotación y producción. Son ideas para una vida mejor en Cuculmeca, pues prohibir que no se trabaje en Culculmeca no es buena idea.
EN CUCULMECA: Prohibir no es la solución
