Por: Jacobo Goldstein.
Desde que LeBron James dejó a ese equipo para volver a Cle- veland, ya van varios años en los que el Miami Heat dejó de ser el equipazo que fue cuando LeBron formó parte de esa escuadra de baloncesto profesional y tuvo asuladoaDwyaneWadeya Chris Bosh. Tanto Wade como Bosh han venido sufriendo una serie de lesiones que no les ha permitido jugar al nivel que se esperaba de ellos y el que ha pagado los platos rotos es una numerosa afición miamense, que cuánto contaron con LeBron como su principal estrella, por cuatro años, del 2010 al 2014, los hinchas saborearon y gozaron en grande la obtención de dos cam- peonatos y dos subcampeonatos de la NBA, la Asociación Nacio- nal de Baloncesto.
Ahora estamos en época de las vacas flacas. Los Heat ya ven- dieron a otra estrella, el “Hom- bre Pájaro”, Chris Anderson. El basquetbolista con miles de ta- tuajes en su cuerpo, y el equipo ha hecho varios canjes que hasta la fecha no le han resultado al director técnico, Eric Spoelstra, a quien pronto le podrían can- tar las golondrinas ya que en la actualidad le están lloviendo las moscas pues está enfrentando una afición sumamente molesta por lo mal que ha andado su escuadra.
Durante la temporada del año pasado, a Chris Bosh se le en- contró un coágulo en su cuerpo, que de haber estado en su pierna se subió a su pulmón, ocasionán- dole toda una serie de problemas de salud al alero de los Heat, que se vio obligado a no jugar los últimos 30 encuentros de la temporada 2014-2015. Ahora se repite el caso, pues le aparecen nuevos coágulos a Bosh que otra vez lo obligan a tener que tomar anticoagulantes y dejar de jugar por segundo año consecutivo, sin que se sepa cuándo volverá a las canchas y qué le puede suce- der si juega medicinado.
Los Heat sin Bosh
