¿Cómo elegir un videojuego para un niño?

“Mamá, quiero el nuevo juego de disparos”, “Papá, todos mis amigos lo tienen”… Los pedidos de los niños no siempre coinciden con aquello que los padres desean para sus hijos. Asimismo, los adultos no siempre cuentan con el conocimiento necesario para salir airosos del ancho -y también fantástico- mundo de los videogames.
En tal estado de cosas, una serie de consejos serán de suma utilidad a la hora de acercarse a la tienda y escoger un título para ellos. Por lo tanto, pon atención y toma nota:
1- Es bueno saber reconocer que los videogames forman parte de la vida de tu hijo, y en esta línea es de suma importancia conocer más sobre este mundo: no solamente comprarlos y entregárselos. En tal sentido, se aconseja adentrarse en este ámbito de un modo similar al que se presta atención a sus estudios, a sus amigos o a las series de TV que prefieren. Estar leyendo esta nota es un buen primer paso en este camino.
2- En referencia a la edad de tu hijo, presta especial atención al criterio “ESRB” impreso en las portadas de los videogames. Ideado especialmente para ayudar a los padres y consumidores, Entertainment Software Rating Board (ESRB) clasifica a los diferentes títulos según su contenido. Para el mismo se tienen en cuenta aspectos como la violencia física o verbal, o la presencia de escenas no aptas para determinadas edades.
Se presentan 7 logos diferentes:
*eC: ideal para niños menores de tres años.
*E: aptos para mayores de seis años.
*E 10+: aptos para mayores de diez años.
*T: para adolescentes mayores de trece años.
*M: para mayores de diecisiete años.
*A: contenido únicamente para adultos.
*RP: clasificación pendiente.
Es importante considerar que el sistema europeo se conoce como PEGI, y CERO en el caso de Japón.
3- Tener en cuenta las versiones. En muchas ocasiones los niños no podrán acoplarse a la historia del juego, si no lo hacen de un modo lineal. Por lo tanto y en vista de su máximo entretenimiento, por lo general se recomienda jugar las sagas sin saltear pasos.
4- Además de los videojuegos más difundidos de deportes, acción y similares; existe una serie de títulos que además de satisfacer sus necesidades lúdicas, contienen un alto nivel didáctico y pedagógico. En este sentido, es bueno que los niños comprendan que aprender también puede ser divertido.
5- Incentivar el movimiento. Hasta hace no mucho tiempo, jugar con consolas era un hábito puramente sedentario. En la actualidad existen múltiples alternativas que conjugan los videogames con la actividad física. Consulta al vendedor de la tienda acerca de estos títulos. Si en casa no hay una consola con sensores de movimientos, es bueno poner especial atención a la postura corporal que adoptan los chicos a la hora de jugar. Es importante que tengan la espalda derecha, que estén bien apoyados en un respaldo y que realicen intervalos para descansar la vista y la manos.
Consejo extra: Por último, una vez adquirido el juego, participa con ellos, pon las manos en el mando y conoce por dentro aquello que les divierte. Ellos se sentirán más acompañados, y tú sabrás mucho más acerca de su mundo.