Destino de Rousseff quedaría sellado mañana

Río de Janeiro (AFP). La presidenta brasileña Dilma Rousseff corre el riesgo de asistir esta semana a una desintegración de su coalición de gobierno, que reduciría considerablemente sus chances de impedir que los diputados voten hacia mediados de abril por su destitución.
La Orden de Abogados de Brasil (OAB) presentará el lunes una nueva demanda de impeachment de la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), confrontada a una crisis política de dimensiones históricas.
Pero el destino de Rousseff, de 68 años, podría quedar sellado el martes, cuando la dirección del centrista PMDB, indispensable aliado del PT, vote con toda probabilidad a favor de la ruptura con el gobierno.
El jefe del PMDB, una fuerza que cuenta con 69 diputados, no es otro que el vicepresidente de la República, Michel Temer, quien en caso de impeachment reemplazaría a Rousseff hasta las próximas elecciones de 2018.
Temer, un político discreto, de 75 años, no movió un dedo en las últimas semanas para defender a Rousseff, cuando la crisis se aceleró vertiginosamente.
Se entrevistó en cambio la semana pasada con el jefe de la oposición Aecio Neves, para evocar el futuro de la mayor economía de América Latina, golpeada a la vez por la recesión y por una tormenta política agravada por el gigantesco escándalo de corrupción de Petrobras. (Lasserfoto AFP).