Por qué Apple necesitaba desesperadamente un nuevo iPhone SE ‘barato’

Zanjemos el asunto desde el principio: el nuevo iPhone SE no es barato. Pero sí ‘barato’, así, entre comillas. Para los estándares de Apple, una marca ‘premium’, se trata del iPhone más económico que ha lanzado nunca. En EEUU costará 399 dólares (sin impuestos, más sobre esto un un rato); en España 489 euros (IVA incluido). No es una ganga, pero juguetea con esa frontera psicológica que tanto le gusta explotar a la compañía. Sabe que sus clientes están dispuestos a pagar extra por lucir la manzana. Y sabe cómo aprovecharse de ello. El iPhone SE es una apuesta arriesgada, pero una que Apple necesitaba desde hace meses para salir del bache.

Apple se encuentra en una situación delicada. Por un lado el iPhone 6 y 6s han perdido fuerza. Pocos bosillos se pueden permitir los 649 y 749 que cuestan ambos terminales. Por otro, el iPhone 5 y 5c se habían quedado demasiado anticuados. Si a ello añadimos la desaceleración en el mercado de ‘smartphones’, que está dejando tocados a todos los fabricantes, el resultado estaba claro: había que actuar de urgencia. Apple necesitaba un nuevo modelo por la zona baja y a un precio atractivo para aguantar de aquí a octubre, cuando presentará el iPhone 7. Ese modelo ya tiene nombre, y se llama iPhone SE.

(Foto: Reuters)
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Diseño anticuado (por un motivo)

El nuevo iPhone SE es literalmente una mezcla del iPhone 5 y el iPhone 6s a un precio también intermedio. Es imposible llamarlo un móvil ‘nuevo’. Por fuera no lo es. Es exactamente igual en diseño al iPhone 5. Y eso es extraño. Cuando toda la industria (Apple incluido) se ha movido a formas redondeadas y cuerpos finos, mantener el grosor y la sensación de ‘ladrillo’ rectangular del iPhone 5 parece un error. O no.

El motivo de mantener el diseño del iPhone 5 se explica en parte por todo lo que va dentro: prácticamente las mismas especificaciones del iPhone 6s. Apple ha trasladado las tripas del iPhone 6s (procesador, memoria RAM, cámara…) y las ha injertado en un móvil mucho más reducido, con pantalla de 4 pulgadas. ¿Era posible crear un iPhone SE tan fino como el 6s? Tal vez sí. ¿Merecía la pena? Cuestión de tiempo y recursos. ¿Para qué gastarte millones en desarrollar un nuevo diseño cuando puedes trasladar tecnología existente a un diseño existente y probablemente vender tanto o más? Pura optimización de recursos, eso tan aburrido en lo que Cook es un maestro y diferencia los negocios bien gestionados de los que sangran dinero.

(Foto: Reuters)
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Tamaño y precio: contra corriente

Luego está el asunto del tamaño y el precio. Sobre lo primero, mantener un modelo de 4 pulgadas con especificaciones de gama alta puede resultar una jugada redonda. No todo el mundo quiere móviles gigantescos. Millones de personas siguen prefiriendo algo manejable y potente. Con el iPhone SE, Apple es de los pocos fabricantes que sigue apostando por esa idea, un terminal que puedes manejar con una sola mano.

El otro punto clave: el precio. Apple ha sorprendido con los 399 dólares en EEUU. A eso hay que añadir los impuestos, que van entre el 0% y el 10% según el estado. En la mayoría de estados se quedan entre el 8% y el 9%, es decir, unos 435 dólares. Se venderán como rosquillas. La cosa cambia en España: 489 euros. Difícil. Sobre todo si tenemos en cuenta que se trata del modelo de 16 GB. Es inexplicable y absurdo que Apple siga vendiendo móviles de 16 GB. El iPhone SE de 64 GB ya sube a los 589 euros. Aún más difícil.

Es el único ‘pero’ fundamental en todo este asunto. Si los precios del iPhone SE comenzaran en memorias de 32 GB, la propuesta sería de diez. Pero Apple siempre quiere jugar con tu cartera. El iPhone SE es una opción cara para el común de los mortales, aunque a la vez lo suficientemente alcanzable como para que millones de consumidores decidan hacer el esfuerzo. En el mundo Apple es eso, un iPhone ‘barato’. ¿Que hay móviles Android de 300 euros que te ofrecen lo mismo o más en prestaciones? Sí. Pero no lucen una manzana pulida en la tapa. Ni tienen el ecosistema de ‘software’ y aplicaciones del que presume iOS. Y eso, nos guste o no, es lo único que cuenta para muchos clientes. Es el dilema de siempre: pagar o no pagar por algo tan redondo técnicamente como aspiracional. Apple ha vuelto a poner un cebo. Veremos quién pica.