Una cultura conservadora

Honduras es una nación conservadora y religiosa, en que el pensamiento político tradicional y la religión han creado una cultura en que mantienen a la mayoría de la población dependiente del gobierno y de los dogmas religiosos. Estos adoctrinamientos hacen pensar al pueblo que los políticos resolverán sus problemas y en caso que éstos fallen, serán protegidos por la deidad divina de su creencia religiosa.

En esta cultura han mantenido inmersos a los hondureños por casi dos siglos, tanto a las viejas generaciones como las presentes. Estas fuerzas poderosas hegemónicas han hecho que las presentes generaciones hayan heredado el actual país que tenemos, con alta inseguridad, crimen organizado, narcotráfico, corrupción, e impunidad; entre otras tantas cosas dañinas para la descomposición social.

No se estuviera figurando en las estadísticas de segundo país latinoamericano en casos de niñas adolescentes embarazadas, si desde la educación elemental se les instruyera a los niños y niñas sobre la sexualidad y planificación familiar. Esto sería de gran beneficio para el país y la sociedad.

Pero a esto se oponen las religiones y hasta gobiernos. No es fácil salir de esa bolsa cultural de pensamiento.

Alexis Izaguirre
La Tribuna Online