Testigo protegido del zar antidrogas: ‘No son toros, son tiburones’

Un exagente de investigación, de la Inspectoría de la Secretaría de Seguridad, presentó ayer ante la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) una serie de documentos e información en digital de supuestos hechos de corrupción cometidos supuestamente por altos oficiales y miembros de la Policía Nacional.

Dagoberto López Estrada, exintegrante de la Policía, indicó que durante estuvo trabajando en investigaciones de compañeros encontró una serie de hechos que fueron cometidos al margen de la ley y que incluso, muchos de los agentes comentaron las fechorías que cometían, entre ellas, el crimen contra el zar antidrogas, Julián Arístides González.

El exagente pidió al fiscal general, Óscar Fernando Chinchilla, que “por favor nombre un equipo, no un fiscal, sino un equipo, porque estos no son toros, son tiburones”.

Relató que, “estando como investigador interno llegamos a sacar los expedientes investigativos para depurar con fundamento a los policías involucrados en casos ilícitos y emblemáticos”, indicó, a la vez que estableció que cuando ya tenían la información, los altos mandos se echaban para atrás.

“A mí me delegaron la responsabilidad, pero cuando se trata de oficiales todo mundo se echa para atrás”, indicó.

Al ser consultado sobre si conocía el caso de Julián Arístides González, refirió que a los agentes que supuestamente participaron en el crimen le fueron entregadas motocicletas y armas Uzi, que no estaban asignadas a ellos porque eran nuevas y que eso dificultó desconocer a quiénes pertenecían y por ende saber quiénes cometieron el hecho.

“Supuestamente son dos motos y tres motorizados”, indicó ante la consulta de los nombres.

HIJO DE LA RECTORA

El exfuncionario policial dijo que trabajó el caso de los agentes que mataron al hijo de la rectora Julieta Castellanos, pero que después de la investigación fue para judicializar a los gatos. “Estoy seguro que ese expediente ya no está en la Inspectoría porque, sinceramente todo esto da pena… voy a poner un ejemplo, cómo va a mandar a un oficial que tiene antecedentes a manejar los archivos de la Policía… para qué lo manda, para que borre información… entonces, si busca expedientes no los va a encontrar”.

Para López Estrada, “es triste estar en un ambiente…. Yo siempre he reprochado y he considerado que el policía no debe quitarle la vida a nadie… Se dio el caso del director de la Lucha, se comenzaron a hacer comentarios descarados, los que se mencionan en el expediente investigativo, uno de ellos decía al descarado que: yo hice esto y esto”.

Indicó que cuando estuvo asignado en la Inspectoría “investigué casos y fue así como me enteré y comprobé que hay elementos probatorios en expedientes que en realidad da tristeza…”.

El expolicía indicó que, “si el Ministerio Público considera que hay suficientes elementos para emitir requerimiento fiscal contra los implicados, él está dispuesto a aportar información”.

López Estrada salió de su casa fuertemente custodiado por elementos de la ATIC con rumbo al Ministerio Público (MP), donde expuso toda la investigación que tenía al fiscal general del Estado, Óscar Fernando Chinchilla, como a otras autoridades.

En su poder tenía un pequeño maletín con expedientes y también desenterró varias memorias USB donde guarda información, a criterio de él, relevante para esclarecer muchos hechos.

Indicó que tiene muchos años esperando que la autoridad lo llame a declarar para poner en conocimiento la información que tiene en su poder.

“Siempre me levanto a las 5:00 de la mañana, esperando que me vengan a traer para aportar al Ministerio Público y que puedan realizar el trabajo de manera eficiente”.

El expolicía ha sido víctima de dos atentados, luego que se produjo la muerte de su hijo, supuestamente a manos de policías que lo conocían.