Teodoro Bonilla, exvicepresidente del Consejo de la Judicatura y la Carrera Judicial durante dos años, será juzgado por un tribunal ordinario de la Sección Judicial de Tegucigalpa al haber renunciado a su cargo mientras estaba procesado por los supuestos delitos de abuso de autoridad y tráfico de influencias.
Así lo determinó ayer un juez natural de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), que conoció el proceso durante la audiencia inicial por la investigación que se le seguía por haber sido un alto funcionario del Poder Judicial.
La defensa de Bonilla, encabezada por el abogado Marvin Cálix, anunció que el proceso se conocerá en los Juzgados de Letras de lo Penal.
No obstante, el expediente fue trasladado a la Corte Penal de Apelaciones que dirigen las abogadas Emily Page, Erika Durón y María Luisa Ramos, quienes determinarán si admiten o no la apelación presentada por la defensa del imputado que alega que a su defendido le violentaron sus derechos durante el proceso.
Una vez que el expediente lo resuelva la Corte Penal de Apelaciones retornará a los Juzgados de Letras de lo Penal, donde se determinará qué juez conocerá la causa procesal para celebrar la audiencia preliminar.
Bonilla está cumpliendo la medida cautelar de arresto domiciliario, así como tampoco puede salir del país y tiene prohibido comunicarse con las juezas Liz María Núñez y Delmy López, quienes se encuentran pendientes del proceso, debido a que la primera interpuso un amparo ante la CSJ y a la segunda la Corte Penal de Apelaciones no le ha resuelto declarar con o sin lugar un antejuicio.