La espada doblada

Por: Francisco Zepeda Andino
Cnel. ® FAH

Una de las áreas del mundo más inestable y donde han tenido lugar innumerables confl ictos armados es, sin duda alguna, el Medio Oriente y Norte de África. Desde épocas bíblicas hasta nuestros días, vecinos han enfrentado a vecinos, hermanos contra hermanos, así como rivales a rivales.

El 17 de septiembre de 1978 se fi rmó en Camp David, el Acuerdo de Paz entre el estado de Israel y la República Árabe de Egipto, representadas por el Primer Ministro Menahem Begin y el presidente Anwar El-Sadat, con la presencia del presidente norteamericano Jimmy Carter.

Antes de esa histórica fecha, el 19 de noviembre de 1977, El-Sadat visitó Jerusalén, convirtiéndose en el primer líder árabe de ese nivel en visitar públicamente el estado Judío. Por su parte, Begin viaja a El Cairo el 2 de abril de 1979 y en su visita lleva de regalo a Sadat una réplica de una espada de bronce egipcia, doblada intencionalmente para evitar su uso posterior, encontrada en la tumba de un guerrero en unas ruinas en Caná de Galilea, con una antigüedad estimada de 1,500 años antes de la Era Cristiana. Una similar había sido hallada en Egipto en la tumba de un faraón. El gesto de Begin era una clara indicación de los deseos de paz de judíos y árabes en la región.

Colombia en estos momentos está transitando un camino que se espera logre concluir el confl icto interno armado que por más de 50 años ha conmovido esa república hermana. Lo que inició como una confrontación entre fuerzas políticas de liberales y conservadores, con el tiempo dio lugar a grupos guerrilleros de los cuales subsisten las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo, (FARC-EP) y el Ejército de Liberación Nacional, (ELN). Ante el clamor popular de parar la sangrienta confrontación, en octubre del 2012, se establece en Oslo, Noruega, una mesa de conversaciones, cuya sede sería La Habana, Cuba.

Una vez iniciado ese nuevo proceso, se establecen líneas principales para ser discutidas como son: 1.- Política de Desarrollo Agrario Integral (21 junio 2013), 2.- Participación Política (8 diciembre 2013), 3.- Solución la Problema de las Drogas Ilícitas, (16 mayo 2014), 4.- Justicia Transicional, Reparación y Justicia para las Victimas, 5.- Fin del Confl icto, que incluye cese de fuego bilateral y defi nitivo, la entrega de las armas, reincorporación social de los guerrilleros y la manera mediante la cual el pueblo colombiano refrendará lo acordado. En ese tema, el gobierno del presidente Santos ha propuesto un plebiscito y las FARC pedían una Asamblea Constituyente, lo cual fue rechazado.

El 23 de septiembre del 2015 se fi rmó en La Habana un acuerdo sobre Justicia Transicional y el presidente Santos anunció haber llegado a un acuerdo con el secretariado de las FARC, que establecía un plazo de 6 meses para la fi rma del fi nal del confl icto (23 de marzo, 2016). El componente de Justicia Transicional constaba de 10 puntos.

Llegada esa fecha no se alcanzó lo programado y el presidente Santos explicó el lunes 28 de marzo que no se había logrado debido a que las FARC deben haber dejado las armas y dado el paso hacia la legalidad para hacer política y circular por el territorio nacional colombiano, dar una fecha fi ja, precisa y clara para que termine el proceso de desarme y que por ningún motivo esa fecha puede quedar abierta, así mismo, el gobierno no puede permitir que ningún colombiano, en cualquier zona que se acuerde para la dejación de armas, quede desprotegido.

Todavía falta por acordarse ítems como las zonas donde la guerrilla se va a reconcentrar, el levantamiento de las órdenes de captura de guerrilleros y las garantías de seguridad que piden las FARC para sus militantes.

A propósito de lo anterior, el Secretario de Estado estadounidense John Kerry, en su visita a La Habana recientemente, declaró que los Estados Unidos están dispuestos para aportar fi nancieramente ese objetivo. Falta por resolver un mecanismo similar al existente para lograr la desmovilización de los integrantes del ELN.

Como toda iniciativa, el proceso de negociación con las FARC ha tenido sus adversarios por la interpretación que se da a una posible impunidad por crímenes de lesa humanidad, genocidio o graves, cometidos durante muchos años. Entes como la Corte Penal Internacional y HRW (Human Rights Watch) han expresado su opinión al respecto.

El pueblo colombiano anhela la paz. La lucha fratricida de más de 50 años ha dejado cicatrices difíciles de subsanar. Los miles de muertos, desplazados, desaparecidos y obligados a emigrar, deben ser el motivo principal para llegar a un acuerdo final.

Esperamos que Colombia encuentre pronto su espada doblada.