Pide dinero para pagar sanatorio

San José, Costa Rica,
Diciembre 8 de 1943.

Señor don Fernando Zepeda Durón
Tegucigalpa, D.C.

Departamento de Morazán. Honduras.

Mi muy apreciable amigo Nando;

Me permito remitirle un artículo referente al poeta Froylan Turcios. Una vez que usted lo lea, y si lo cree conveniente, le agradecería mucho dar la orden de que sea publicado en las páginas del Diario La “Epoca”, y que tan acertadamente usted es su Dtor.

Suplícole así mismo entregármele la carta adjunta al General Carías, a quien me dirijo en el sentido de que salve a mi querida señora en el pago de la pensión que le corresponde pagar en el “Sanatorio”.

Devido a las dificultades de pobreza en que hemos afrontado desde un principio, ha llegado la hora en que ya no es posible conseguir la cantidad mensual para pagar la cuota respectiva.

Por ejemplo, actualmente estamos deviendo por los meses de septiembre, octubre, noviembre y este mes. Con fecha lo de este mes la Oficina de Protección Social me envió una carta, indicándome que debo proceder a pagar en el “Banco de Costa Rica”, la suma de $ 225.00 oro, correspondiente a los meses retrazados. Yo mismo no se porqué medios conseguir esa suma para cumplir esa orden y que al no hacerlo, equivale de que mi señora tendrá que salir obligada del “Sanatorio” como del país, sin antes obtener su curación. Ella ha entrado en un período de mejoría y sería una lástima que por falta de dinero para pagar las cuotas antes dichas y sucesivas, ella pierda lo que ha ganado con tanto sacrificio y dolor.

 

A usted personalmente le ruego de todo corazón, interceder con el General Carías para que ayude a mi señora, nos salve de este percance. No se imagina en cuántas puertas he tocado, pero nadie me responde en oír mis súplicas. Ante nuestra pobreza se estallan las intenciones de un esposo por hacer todo lo humanitario por una mujer que es madre de dos criaturas, por salvarla de su padecimiento para que pueda compartir nuevamente con la felicidad de sus queridos hijos.

Espero que en esta vez, usted tomará en cuenta mis palabras de súplica y que su importante intervención tenga todos los éxitos en nuestro bien, favor que se lo agradeceremos eternamente.

Deseándole bienestar personal juntamente con su apreciable familia, me es grato suscribirme como siempre.

Su Afmo. Amigo.

Abel Arturo Valladares B.
R/c Consulado General de Honduras.