Crisis de Brasil tiene alcance regional

Honduras importa de Brasil alrededor de 30 millones de dólares al año y le vende un millón, lo que deja una balanza negativa que se ha venido ampliando en los últimos años, según datos de la representación diplomática radicada en Tegucigalpa.

Pero la presencia económica es mayor en inversiones en el sector de infraestructura hondureño, indican los últimos datos que salen a la palestra cuando el “gigante” suramericano atraviesa una crisis política con alcance continental.

Así lo establece “La Revista Economía Crítica” en la última edición publicada ayer, en la que sostiene que “los golpes de Estado han regresado a América Latina, pero ahora se hacen desde la institucionalidad”, describe en el editorial.

Agrega que, “el llamado golpe light que se ensayó con éxito en Honduras y Paraguay, se aplica hoy al gigante suramericano. Así se usa el instrumento del juicio político del impeachment como herramienta para destituir a la presidenta Dilma Rousseff”.

Si bien el procedimiento está consagrado en la constitución brasileña, no hay un cargo o delito cometido en el trámite. Señala que además de los temas domésticos, también hay intereses geoestratégicos.

La crisis asoma en los momentos más débiles de los gobiernos “progresistas” y contrasta con la posición brasileña que en los últimos años permitió avanzar a mecanismos de integración como UNASUR y CELAC.

Asimismo Brasil fue un contrapeso al libre comercio impulsado por Estados Unidos con la derrota del ALCA en el 2005. Brasil es un país G-20 y forma parte de los BRICS. No ha firmado ningún TLC.

El peso del Brasil es suficientemente grande en la región, advierte que si el golpe prospera, se vienen tiempos difíciles para la democracia, la estabilidad política, económica y social de toda la región, concluye.