No me canso de referirme de los sesudos editoriales de LA TRIBUNA, como el del 23-4-16. Es una desgracia que nuestros últimos gobernantes se han dado a la tarea de terminar con la clase media, incluyendo la micro y pequeña empresa, castigándonos con todos los medios que se les ocurra , ya sea aumentos los impuestos; creando tasones como el de la “inseguridad”; devaluando el desplumado indito y aumentando las tarifas a todos los servicios. Las municipalidades no se quedan atrás.
Sobre el agudo problema de la escasez del agua en la capital, es un contra sentido que los $52 millones de dólares de la condonación de la deuda de España, se destine al bolsillo de un afortunado inversionista hondureño para construir la innecesaria terminal aérea de Palmerola, que solo beneficiará a un reducido grupo de personas, en lugar de priorizar ese y otros recursos económicos para construir otra represa de agua para la capital que ayudaría a 2 millones de vidas humanas.
Que estarnos pagando de penitencia que no encontramos un gobernante que realmente entienda que solo con estímulos en todas las áreas se puede desarrollar la libre empresa, no solo los afortunados de siempre, que caen parados con los presidentes, mientras la casi totalidad de hondureños tenemos que hacer micos y pericos para sobrevivir.
J. M. B.
Tegucigalpa, M.D.C.