Cientos de católicos acudieron este martes, con reverencia, a las diferentes iglesias del país, en ocasión de conmemorarse el Día de la Cruz en Honduras.
La festividad esa para recordar la fecha en que la Iglesia Católica halló el madero en el que murió Jesús. De ahí, surge la tradición de los hondureños en postrarse ante la cruz, como representación de rendimiento ante la presencia de Jesucristo.
En Tegucigalpa, los capitalinos asisten a la catedral San Miguel, situada en el centro de la ciudad, donde primero un sacerdote oficia la misa de conmemoración.
Luego cada feligrés pasa a la capilla del Cristo de la Misericordia para postrarse ante el fragmento de la cruz en que fue crucificado Jesucristo, en Gólgota, Jerusalén.
La reliquia fue obsequiada al cardenal Óscar Andrés Rodríguez por el gobierno de Bélgica. Antes de regalarla, se tenía expuesta en el Museo Nacional de Historia en Sofía, Bulgaria.
Por su parte, los vecinos de la colonia 3 de Mayo, en Comayagüela, celebraron de forma especial la fecha.
En la madrugada de este martes lanzaron juegos artificiales para denotar alegría. A la vez, ofrecen una misa en forma de agradecimiento hacia Dios, porque el nombre de la colonia fue puesto en un día como hoy.
Al interior del país también se conmemora a lo grande. En algunos pueblos, los creyentes cada año hacen una “alborada” a las 5:00 de la madrugada, que consiste en un recorrido por diferentes calles, donde los asistentes van cantando coros cristianos y al regresar colocan frente a su casa una cruz de madera, para identificarse como católicos que diferencian el día de otros del año.
El calendario litúrgico, de la Iglesia Católica, marca la festividad para el 14 de septiembre de cada año, pero en Honduras se celebra cada 3 de mayo, después que en el siglo IV Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró un día 3 de mayo un pedazo de la cruz del señor Jesús y de ahí quedó esa tradición. (AD)
