Un romántico Alejandro Sanz endulza a Tegucigalpa con su “Sirope”

Clásicos éxitos y nuevos temas formaron parte del coctel musical que ofreció Alejandro Sanz a su paso por Tegucigalpa con el concierto “Sirope”.

Fanáticos de todas las edades corearon los éxitos de  ahora y siempre  de Sanz, quien puso el toque armónico en el Estadio Chochi Sosa de Tegucigalpa, convirtiéndolo en el epicentro de la alegría y frenesí que provoca a su paso el cantautor español.

Los capitalinos fueron literalmente endulzados con “Sirope” interpretado por el ganador del Grammy Latino a mejor álbum pop contemporáneo.

A las 8:57 de la noche del 5 de mayo el artista irrumpió en el majestuoso escenario que permanecía oscuro, con su movida canción “El Silencio de los Cuervos”.

Al fondo un juego de luces led, hicieron lo suyo, formando figuras geométricas que cambiaban de movimiento y color según la canción.

De esa manera Sanz inauguró el concierto en Tegucigalpa tierra que no le es extraña ya que hace algunos años compartió en estas latitudes: “Les agradezco por la nueva oportunidad que me dan de verlos: este es su concierto disfrútenlo, hagan lo que quieran, abrácense, prométanse cosas imposibles porque ya estamos más cerca de queremos más”, con su característica sonrisa.

Sus seguidores aprovecharon el momento para dejar evidenciado a través de los famosos “selfies” su asistencia al espectáculo de su cantante favorito.
Sus seguidores aprovecharon el momento para dejar evidenciado a través de los famosos “selfies” su asistencia al espectáculo de su cantante favorito.

Con el patrocinio BAC CREDOMATIC y Diario LA TRIBUNA, el esperado concierto fue disfrutado por los frenéticos “fans”, quienes incansables pedían y pedían más canciones al carismático cantante que interactuó amigablemente con su público.

Interpretó sus emblemáticos temas “Desde Cuando”, “Camino de Rosas”, “No es lo mismo”, “Quisiera Ser”  y de su álbum Sirope “Zombie”, “Paradise”, “Capitán Tapón” que la dedica a su hijo.

Pero fueron “Amiga Mia” y “Corazón Partío”, vocalizadas con su característico tono flamenco, las más coreadas y las que más emociones provoco entre los presentes.

Alejandro, quien durante su actuación ondeo la Bandera nacional dijo: “Honduras no se dice se grita.” Poco después concluía el recital no sí antes poner el toque más romántico cuando ejecutó al piano la canción “Lo ves” y “A que no me dejas”.

Y para cerrar con broche de oro el artista se despidió, con mezclas  electrónicas de sus canciones “Viviendo” y “Pisando Fuerte”, dejando un agradable recuerdo  de dos horas que seguramente serán inolvidables.

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