Por: Geovanni Gómez
@geovannygo
Quizá muchos no le recuerden y otros no le conocieron, sobre todo las nuevas generaciones, pero el portero brasileño Ademir Barbosa Das Neves en su par de años en Honduras hizo cosas muy importantes para Motagua y Universidad, luego de venir con un currículo impresionante del fútbol salvadoreño, donde fue campeón de Concacaf en 1976 con el Águila de San Miguel. También formó parte del Santiagueño antes de venir al Motagua donde tuvo una buena campaña, a pesar de no salir campeón, luego pasó a los Pumas de la Universidad donde fue parte del equipo subcampeón de Concacaf con Alfonso Uclés Sierra como entrenador. Barbosa se formó en las escuelas del Flamengo de Río de Janeiro, aunque tuvo pasos por Bambú Olimpus y Maguarí de su país y llegó a El Salvador el 7 de abril de 1975, cuando tenía 25 años de edad, pero a los 30 años emigró a Honduras, donde tuvo dos años inolvidables que hoy recuerda en Más de LA TRIBUNA, añorando visitar suelo para reencontrarse con sus viejos excompañeros del Motagua y la Universidad.
¿A qué se dedica actualmente?
Saludos a toda la afición hondureña, en especial a la del Club Motagua. Soy entrenador de fútbol, vivo actualmente en Río de Janeiro, tengo muy gratos recuerdos de su país.
¿Quién lo recomendó al Motagua?
El finado “Tigre” Zamora, él fue el contacto, estoy muy agradecido por eso, viví muy buenos momentos en Motagua.
¿Quiénes eran sus mejores amigos en el Motagua?
Puedo mencionar a René Enamorado, “Candado” Wiliams, en general todos eran muy buenos amigos.
¿Su mejor tapada en Honduras?
Fueron varias, pero recuerdo un penalti que desvié al tiro de esquina, lo cobró Olvin Elvir, pero el árbitro lo anuló, alegando que me moví antes.
¿El delantero más peligroso que enfrentó en Honduras?
Entre ellos “El Perro” González, Júnior Costly, eran muy buenos y peligrosos para definir en el área.
¿Qué recuerda del combinado Olimpia-Motagua que enfrentó al Gremio?
Ese Gremio era cosa seria, un gran equipón, lástima que no nos preparamos para jugar. Faltó entrenar sabiendo la calidad de jugadores a los que enfrentaríamos, perdimos 7-1, pero fue muy buena experiencia.
¿Quiénes eran los mejores porteros de Honduras cuando vino al Motagua?
Recuerdo a Belarmino Rivera del Olimpia y Julio César Arzú de Real España, pero habían otros muy buenos porteros que olvidé sus nombres.
¿Después del Motagua a dónde se fue?
Jugué con Universidad de Honduras, fuimos subcampeones de Concacaf y campeones de Centroamérica. Luego me fui a Brasil, pero regresé al Águila de El Salvador.
¿Por qué no regresó al Motagua?
No regrese porque sencillamente no hubo diálogo con los dirigentes.
¿Sigue pendiente del fútbol hondureño?
Por supuesto que estoy pendiente del fútbol hondureño, deseo todo lo bueno para el Motagua y la selección, veo un buen futuro, me gusta mucho, ojala les vaya bien y asistan al próximo mundial.
¿Hay posibilidades de visitar Honduras?
Me gustaría mucho visitar a mis excompañeros, hablar de fútbol, quien sabe si me invitan, me gustaría mucho, saludos a todos, un fuerte abrazo.
¿Algún hijo suyo le siguió sus pasos?
Mi hijo, Ademir, jugó en el colegio, fue campeón, luego estuvo en una selección sub 17, saliendo campeones invictos, pero hoy en día siguió los pases de su madre, la música. Es solista, grabó últimamente y anda muy bien, es mi orgullo.
¿Cuál fue su mejor virtud como portero?
Fui un portero muy valiente, atrevido, con seguridad de manos, muy buena ubicación y elasticidad para contener los remates contrarios.
¿Y de los “pumas” de la U, a quienes recuerda?
Edgardo Sosa, Ardón, Candú Palma, entre otros, grandes amigos y excompañeros, saludos para ellos.
¿Qué entrenadores marcaron su etapa en Honduras?
“Foncho” Uclés en la U y “Mon” Rodríguez en Motagua, muy buenos y capaces.
¿Y de los árbitros recuerda alguno?
Claro recuerdo al mejor, Carlos Roberto Ortiz Pérez, un gran árbitro.
¿Cómo recibió la noticia del fallecimiento del doctor Raúl Leitzelar?
Tuve el honor de conocerle, una buena persona, lamento su partida.