Peatones se quejaron que algunos comerciantes de carne no solo se han dado a la tarea de botar carroña debajo de los puentes que conectan con los mercados de Comayagüela, sino que también llegan cada viernes para quemar los restos de los animales que sacrifican.
A través de esta sección de LA TRIBUNA, un vecino de Tegucigalpa hizo un llamado urgente a las autoridades de la comuna capitalina para que envíen a personal que hace limpieza y dragado en el curso del río Choluteca para que retiren los desechos y, a la vez, que impongan un control sobre los ganaderos o carniceros, ya sea aplicándoles una multa o que les quiten los permisos de trabajo.
La quema de carroña no solo afecta al medio ambiente, también daña la salud de los pobladores, quienes ya no soportan el olor nauseabundo que de allí se desprende y encima ahora el humo desagradable de todos los viernes por la noche.
Además, los huesos incinerados que llevan de regreso supuestamente los utilizan como alimento concentrado para otros animales que se venden para el consumo humano y esto pone en riesgo la vida de los consumidores.
El denunciante tomó varias fotografías desde un punto estratégico a uno de los comerciantes que tienen contaminada la zona. La cámara capta cuando llega a la orilla del río, baja los desperdicios de animales, luego los quema y al finalizar los vuelve a subir al carro.