Las operaciones de inteligencia constituyen valioso apoyo contra la inseguridad pública

Por José Antonio Pereira Ortega
Coronel ® [email protected]

Inicio comentando que es inusitado observar cómo crece el miedo colectivo entre la población por las noticias (subjetivas y escandalosas la mayoría) que del tema de la inseguridad circulan a diario, las cuales apoyadas en los sistemas como el WhatsApp, Twitter, Instagram entre otros, es cosa de segundos esparcir la divulgación sin confirmar la veracidad de lo divulgado, en ellas “comentan” actividades a futuro de los grupos de criminales contra la población.

No hay duda que existe una necesidad de mantenernos informados, pero en nuestro caso estas informaciones causan efectos en contrario, se pasa a un estado de alerta que más que llamar a la prevención causa estado de incertidumbre, sin tener de parte de las autoridades acciones que regulen la circulación de la rumorología, otorgando una ventaja significativa a los grupos criminales, que aprovechan el estado de temor causado y se lanzan contra el ciudadano, como es el caso de la extorsión, una lucha interminable por los transformados delincuentes en este delito, hasta estudiantes y profesionales independientes han aparecido suplantando organizaciones delictivas para extorsionar y chantajear.

En este desconcierto, se instituye el desorden y es notorio el despilfarro de recursos sin éxito y se manifiesta aún más, porque cada día que no atendemos en debida forma el avance de la inseguridad, exponemos la vida y los bienes de las personas que reclaman por la vuelta de la paz y tranquilidad, los ciudadanos por su corta visión son víctimas del conformismo, atenidos a que esta tarea solo le compete al gobierno que se queda corto en buscar alternativas, centrados en la depuración policial y pareciera que no tenían contemplados planes de contingencia que pudieran implementarse en el tiempo o ante los resultados negativos.

Conocedor de los procesos en la formulación de estrategias, políticas y planes de seguridad y defensa nacional, puedo expresar mi opinión respecto que para ello es necesario contar con la inteligencia y la debida contra inteligencia que da base a la planificación debida, que nos asegure el éxito en la tarea impuesta o deducida y esto no tiene nada que ver con la trillada expresión de militarizar el proceso, estimados lectores esas son telas de araña lanzadas por algunos congelados ideológicamente, en todos los procesos se necesitan planes no solo en lo militar, debemos familiarizarnos y entender que todo plan necesita inteligencia que le permita de entrada conocer a qué nos enfrentamos y cómo protegernos.

Al respecto debo explicar que la inteligencia para la seguridad y defensa no está matriculada con un ente en particular, es el producto de un proceso que inicia con la búsqueda y recolección de información y que a las Fuerzas Armadas se le facilita esta tarea por su despliegue estratégico en el territorio nacional, incluidas las fronteras, con la misión de prevenir y prepararse contra las amenazas contra el Estado (gobierno, territorio y población) que se levanten del análisis estratégico de las mismas.

En el proceso también encontramos que son necesarias las operaciones de contra inteligencia, consignando en esta, todas las acciones que nos permitan anticiparnos y protegernos de las acciones de inteligencia del adversario contra nuestra inteligencia, nuestras fuerzas y objetivos.

Visto así, me cuesta entender que las fuerzas del orden tanto en defensa como en seguridad, no puedan anticipar los hechos o que no hayan podido descifrar a dónde apuntan o dónde están las organizaciones criminales, con esos libelos divulgados en noticieros y redes sociales, parece que fueran ellos los que mantienen la iniciativa y la libertad de acción para perpetrar los violentos actos con resultados mortales para los ciudadanos.

Es incuestionable que por los resultados y las exigencias populares respecto a la debilidad en proteger a la persona humana de los hechos criminales es obvio y por ello necesario implementar cambios y deben ser planificados con la inteligencia producida, planes que permitan poner en practica nuevas tácticas, que permita el uso acertado de los recursos disponibles y la adquisición de los medios tecnológicos que potencialicen el esfuerzo humano.

Finalizo explicando que la inteligencia es también básica para la investigación criminal, pero suponer que la investigación por sí sola es la que dará resultado, es craso error a favor del delincuente. Con la inteligencia se levantan perfiles y se anticipan acciones en contra, para ello es necesario que los entes de investigación de los diferentes entes estatales dejen a un lado sus celos y diferencias, deben ser un equipo en esta lucha entender que debe existir una relación de confianza y colaboración mutua, concluir que toda operación e investigación se sustenta en la inteligencia previa, así de simple y no importa quién se lleve los créditos, al fin y al cabo los oficiales de inteligencia son invisibles, no reclaman éxitos ni buscan perfilarse políticamente. No usar adecuadamente los órganos de inteligencia del Estado es como tener las patrullas en el garaje o los aviones en los hangares y los buques en el puerto, démosle el uso apropiado, la vida y los bienes de las personas lo valen.