Alrededor de 70 policías penitenciarios asignados a la Penitenciaría Nacional “Marco Aurelio Soto”, ubicada en la aldea de Támara, paralizaron ayer sus labores, en protesta porque no se les ha cumplido con el aumento salarial de 1,500 lempiras, aprobado mediante decreto publicado en el Diario Oficial La Gaceta del mes de enero.
El nutrido grupo de custodios amaneció ayer exigiendo mejores condiciones laborales, cambio de uniformes, así como camas, para poder descansar mientras están de turno.
Entre las peticiones destaca un aumento salarial de 1,500 lempiras y mejorar el seguro de vida, que asciende a los 65 mil lempiras.
“Nos hemos parado, nos prometieron que el aumento iba a salir en enero, solo nos dicen que el próximo mes”, dijo uno de los policías afectados.
“Les estamos pidiendo el seguro de vida; el que tenemos es de 65 mil lempiras, ni un perro merece eso al morir en labores”, manifestó.
En este sentido, añadió que el riesgo de su trabajo debería ser recompensado con una cuota mayor.
Para afianzar el argumento, indicó que durante el presente año han matado a cuatro policías penitenciaros en distintos puntos del país.
Por tal razón, desde tempranas horas los uniformados decidieron suspender el traslado de los privados de libertad que tenían audiencias en los tribunales capitalinos, como medida de presión.
Además de protestar por las pésimas condiciones en las que duermen, también se quejaron por estar a la deriva, ya que algunos no saben si pertenecen a la Secretaría de Seguridad o al Instituto Penitenciario.
Los elementos de seguridad decidieron que solamente trasladarían desde la cárcel a privados de libertad con emergencias de ir a los hospitales.
