La presidenta Tsai Ing-Wen

Por Noé Pineda Portillo
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El estado de Taiwán, está estrenando por primera vez, una mujer como presidenta, este es un antecedente importante, ya que los países del extremo oriente, con la excepción de Filipinas, muy poco se ve la participación de las mujeres en las altas esferas políticas, sin embargo, con esta dinámica del mundo “globalizado”, todos los países están cayendo a la razón de que tanto la mujer como el hombre tienen las mismas cualidades para gobernar.
Pero en la visión política de Taiwán, no es cualquier hombre o mujer, que se escogen para gobernar un país tan modernizado como ese. Tanto la Dra. Tsai Ing-Wen como presidenta como el vicepresidente, Dr. Chen Chien-Jen, no son cualquier persona, pues además de su preparación académica como su experiencia política, es bastante meritoria y eso los hace ser dignos representantes de ese país que es un ejemplo para muchos de nuestros países latinoamericanos, en su trayectoria del desarrollo nacional.

La Dra. Tsai, es una diplomática de 60 años de edad, con estudios de postgrado en Estados Unidos y Londres y con experiencia en la participación administrativa y política de su país, en altos cargos. Además de su formación en Derecho Internacional, se especializó en Economía Política Internacional. Su tesis doctoral fue “Prácticas comerciales injustas y medidas de protección”. Estos méritos le valieron ascender a cargos de gran responsabilidad como asesora del Buró de Comercio Exterior, asesora del Consejo para los asuntos de China Continental, asesora del Consejo Nacional de Seguridad y ministra de Estado. Ha sido además, una distinguida docente universitaria por muchos años, lo que reafirma su profesionalismo en las materias de su dominio.

Ganó las elecciones presidenciales con un 56 % del electorado, y según lo ha manifestado busca siempre la solidaridad del pueblo taiwanés.

Digno de destacar para su gobierno son los cinco compromisos para la estabilidad social de la población:

– Seguridad pública. Dar prioridad a los programas para combatir las drogas y el fraude, la seguridad de mujeres y niños. Combatir el crimen organizado y el uso ilegal de las armas de fuego.

– Pensiones sostenibles. Lograr que las necesidades básicas de todos los ciudadanos de la tercera edad estén satisfechas y que los planes de pensiones encuentren un equilibrio entre los ingresos y los gastos.

– Cuidado comunitario tres en uno. Promover los servicios de cuidado infantil en las instituciones públicas. Crear oportunidades de empleo y promover las economías locales.

– Vida tranquila. Construir 200,000 unidades de vivienda en un periodo de 8 años.

Seguridad alimentaria. Adoptar normas de seguridad alimentaria, de conformidad a estándares internacionales, como ISO 22000. Mejorar los procedimientos agrícolas y de procesamiento de alimentos.

Valga decir esto, para ejemplificar a nuestros gobernantes presentes y futuros.