Palmerola: Sobrevalorado, sin factibilidad ni transparencia

Por Óscar Lanza Rosales
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En esto de aeropuertos, los mexicanos también están igual que nosotros, con un proyecto controversial en la construcción del nuevo aeropuerto de la ciudad de México DF. Están proyectando un aeropuerto gigante, que estará entre los tres más grandes del mundo, en el que podrán aterrizar y despegar hasta tres aviones al mismo tiempo, para recibir hasta un millón de vuelos al año, equivalente a 120 millones de pasajeros, y con una inversión aproximada de 9,400 millones de dólares.

Allá, al igual que aquí con la construcción de Palmerola, se acusa al gobierno de sobrevalorar el proyecto, de seguir un proceso no transparente, con la intención de asignárselo a un grupo económico, que está muy ligado al gobierno actual en la construcción de carreteras, y al que se ha denunciado públicamente de la donación de la mansión Casa Blanca a la pareja presidencial.

Pero hay algo muy importante en la construcción de este aeropuerto de México, que se está tratando que sea autofinanciable, con el 58% del financiamiento proveniente del gobierno federal y el 42% restante de créditos con la banca privada, que no representarán deuda para el gobierno, y que serán pagados con los ingresos generados por el propio aeropuerto.

Muy diferente a lo que se quiere hacer en Palmerola, cuya inversión va ser del orden de 163 millones de dólares, 76 millones aportados por el gobierno (23 del presupuesto nacional y 53 como contribución del gobierno español por condonación de deuda), que representa aproximadamente 47% del total, y un inversionista privado hondureño (Inversiones Emco S.A. de C.V.) que va aportar 87 millones de dólares, que representa el 53%. Pero Emco no va aportar de sus propios recursos el total de esta cantidad, sino que lo más probable es que con 10 a 20 millones, va a ir a la banca privada nacional e internacional a conseguir el resto, para completar los 87 millones, quedando una estructura probable de financiamiento de 47% el gobierno de Honduras, un 12% Emco y el resto de 41% en créditos a la banca.

La gente cuestiona por qué con un 10 a 20% de la participación de Emco en la inversión total se le otorgue este proyecto con una concesión a 30 años, exonerado del canon de pago de servicios aeroportuarios al Estado, hasta que alcance un promedio de 600,000 pasajeros al año, que algunos estiman será después del año 2040, de acuerdo al crecimiento de pasajeros registrado en el pasado.

Además se cuestiona que no se ha presentado un estudio de factibilidad económica que garantice su rentabilidad y que cumpla con la visión que tienen sus promotores que sea el primer centro logístico de las Américas. La gente se pregunta por qué se favoreció a Emco que no tiene la especialidad en el diseño, construcción, operación y mantenimiento de aeropuertos, y que para superar esta debilidad ha tenido que aliarse o subcontratar al operador alemán del Aeropuerto Internacional de Múnich-Franz Josef Strauss, para que realice este trabajo.

Según lo que hemos investigado de Emco, es una empresa sampedrana, fundada en el 2003, especializada en la construcción de naves industriales y distribución de productos en la construcción, y que tiene como socios principales a Ana Isabel Facussé y Lenir Alexander Pérez Solís. Una empresa que está relacionada con grupos económicos con sede en Panamá y que trabaja con el gobierno de Honduras, en programas de la Vida Mejor, como en la Vivienda Social.

Hay un comentario muy valioso de Víctor Manuel Castro Chinchilla, quién ha estado muy relacionado con la industria de líneas aéreas, cuando dice que es muy difícil predecir el futuro de Palmerola sin contar con una aerolínea nacional de envergadura y frente a dos compañías muy consolidadas a nivel de la región, como es el caso de Avianca de Colombia que tiene su centro de conexión de pasajeros en el aeropuerto de Comalapa en San Salvador, y Copa Airlines de Panamá que usa el aeropuerto Tocumen de la ciudad de Panamá. Dos compañías con muchos vuelos, destinos y alianzas, cubriendo las ciudades más importantes del continente americano.

Comparto con Adolfo Facussé, que nos recuerda la mala experiencia que tuvimos con el InterAirports original, que cobró por muchos años los impuestos aeroportuarios y se fue del país sin haber construido ninguna obra. Y también cuando manifiesta que Palmerola solo es rentable como monopolio y cuando el Estado le está proporcionando en bandeja de plata el 47% de la inversión. ¡Negociazo para los socios de Emco por su simple intermediación!