El impacto de la sociedad de la información

Por: Jorge Roberto Maradiaga
*Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial

La Unión Internacional de Comunicaciones (UIT) en  un informe anual correspondiente al 2015 con verdadero conocimiento de causa, destaca los avances concretados en el campo de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), sobre la base de datos comparables y metodologías acordadas a nivel internacional. El mismo tiene el propósito de estimular el debate sobre políticas de TIC en los estados  miembros de la UIT, proporcionando una evaluación objetiva del desempeño de los países en  este importante campo y destacando los aspectos en que es necesario seguir introduciendo mejoras.

Lo anterior nos parece sumamente importante, puesto que nosotros como países en vías de desarrollo debemos fijar una política estratégica en materia de Tecnologías de la Información y la Comunicación que nos permita superar el estatus actual y ensancharnos en un verdadero  cambio y transformación, en donde todos debemos asumir un papel protagónico y relevante, constructivo y futurista y con tal propósito es preciso establecer una comunicación efectiva con la UIT con miras al logro de una asistencia tecnológica y poder concretar los objetivos de desarrollo sostenible.

Por su importancia destacamos que una de las principales conclusiones del informe: “es que los Países Menos Adelantados (PMA) están avanzando en sus iniciativas de conectividad. En 2015, el 6.7 por ciento de los hogares en esos países tenía acceso a internet. Esta cifra contrasta con el 46 por ciento de los hogares de todo el mundo, y más del 80 por ciento de los hogares en los países desarrollados”. El informe también revela que, a nivel mundial, el 46 por ciento de los hombres y el 41 por ciento de las mujeres son usuarios de internet.

En la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas reconoce las grandes posibilidades que encierran las TIC, y exhorta a que se aumente significativamente el acceso a esas tecnologías, que han de aportar una contribución decisiva en apoyo a la aplicación de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La UIT considera una prioridad apoyar a sus miembros en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en estrecha colaboración con otros asociados.

Es una verdad irrefutable que la brecha digital se observa tanto entre los países como dentro de los países, en particular entre las zonas urbanas y rurales. En muchos todavía persiste una brecha digital entre hombres y mujeres, y la diferencia puede ser amplia entre las personas con ingresos más altos y las con ingresos más bajos. Por ello, debe impulsarse el progreso hacia un acceso universal a las TIC, con miras a que cubren las esferas de crecimiento, integración, sostenibilidad e innovación y asociaciones en lo que respecta al uso y aplicación de las tecnologías.

La UIT plantea metas y objetivos a materializar justamente para el 2020, destacando como metas: 1. Crecimiento -Permitir y fomentar el acceso a las telecomunicaciones/TIC y aumentar su utilización; 2. Integración – Reducir la brecha digital y lograr el acceso universal a la banda ancha; 3. Sostenibilidad – Resolver las dificultades que plantee el desarrollo de las telecomunicaciones /TIC; 4. Innovación y asociación – Dirigir, mejorar y adaptarse a los cambios del entorno de las telecomunicaciones.

No se olvide que con la adecuada y efectiva utilización de las tecnologías, los propios discapacitados ya tendrían la oportunidad de tener su propio empleo, tal como se evidencia en muchos países en donde el suministro del internet de banda ancha es lo común y corriente. Preguntamos: No acarrearía acaso enormes beneficios para un fuerte sector de nuestra población?

La utilización de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones puede ayudar a mitigar los problemas ambientales mediante un uso más eficiente de la energía y los recursos naturales, sin descartar algunos eventuales perjuicios al generar desechos y emisiones de gases de efecto invernadero; pero para evitarlo, en ello se trabaja sustantiva.

De otra parte nos encontramos con el tema relativo a la ciberseguridad, misma que  se ha convertido en una cuestión cada vez más importante en la sociedad de la información. Las amenazas a la seguridad cibernética socavan la capacidad de los gobiernos, las empresas y los usuarios individuales para aprovechar plenamente las TIC e internet. Por esa razón es preciso la emisión de una normativa que sancione los conocidos delitos informáticos o cibernéticos.

Sobre lo anterior, ya hemos emitido nuestro criterio en el sentido que lo procedente es emitir una ley sobre delitos informáticos, tal como ya ha ocurrido en una significativa cantidad de países. Todo ello, sin perjuicio de la suscripción de la conocida como Convención de Budapest o lo que es lo mismo la Convención sobre Delitos Informáticos.

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