“El Juez de los divorcios” en el CAC

“El que baila y canta su mal espanta”. Eso fue precisamente lo que paso a varias parejas que solicitaban urgentemente su divorcio ante un juez inescrupuloso que alargaba el proceso para enriquecer su bolsillo.

Pero como se quedaron sin dinero para continuar con el divorcio tuvieron que reconciliarse ante los acordes de un improvisado músico que los hizo cantar, bailar y ¡reconciliarse!

Pese a que no fue una faceta muy conocida de su vida, Miguel de Cervantes fue también un gran dramaturgo y una de sus poco afamadas pero no por ello menos importantes obras fue “El Juez de los Divorcios”.

Esta obra fue puesta en escena en el Centro de Arte y Cultura de Comayagüela por once artistas de la Escuela Nacional de Arte Dramático, quienes dieron vida a la obra publicada por Cervantes en 1615.

Entre la hilaridad del público que disfrutó de principio a fin “El Juez de los Divorcios” y la interacción con los asistentes, definitivamente fue un gran entremés, como está considerada la obra.