Gorgojo, tala y fuego

Recientemente tuve que viajar a la ciudad de San Pedro Sula y a mi retorno pude apreciar a la altura de Zambrano una gran capa de humo proveniente de una serie de incendios forestales que provocaban tanto humo que parecía “neblina” como la que se origina a la altura del Cerro de Hula, normalmente en horas de la madrugada. Es lamentable ver cómo se destruye el bosque por culpa, en algunos casos, de pirómanos que se esmeran en quemar los árboles por algún interés personal, o simplemente por hacer daño. Todos hemos podido apreciar la preocupación que ha generado el hecho de la nueva adquisición armamentista de Nicaragua, más sin embargo, nuestras autoridades se interesan más en contar los aviones que adquirieron nuestros hermanos nicaragüenses que por tomar medidas agresivas y contundentes para evitar o contrarrestar estas quemas. Además, a este gran problema se suma la tala clandestina “sin control” de los bosques de tierra adentro y no digamos el daño que está causando el gorgojo, que a esta fecha ha devorado no sé cuántas hectáreas de árboles y lo único que escuché en un reportaje fue que se tienen que cortar los árboles infectados para “evitar” que se siga reproduciendo ese pequeño y dañino depredador que está causando un grave problema a la foresta hondureña.

Asimismo, los capitalinos por lo menos, los que vivimos en la “populosa” colonia Kennedy y zonas aledañas, hemos visto cómo se han talado todos los árboles a la altura del bulevar principal de la colonia en mención, mismos que generaban sombra y frescura en el área, misma que ahora es desértica, así como quedó todo el recorrido del bendito “Trans”, que no se le ve ni pies ni cabeza. Es lamentable creer que la idea de promover el desarrollo urbano provoque que algunas personas tomen este tipo de medidas que van en contra del medio ambiente, tan necesitado por todos los que deseamos heredar un mejor futuro para las generaciones venideras, y como dijo Sigmund Freud: “Solo la propia y personal experiencia hace al hombre sabio”, así que todavía existe la posibilidad de que las personas que toman decisiones se vuelvan sabios y que tomen medidas de prevención y erradicación, donde corresponde y las correctivas del caso en cuanto a la modernización.

Omar Raudales Navarro
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Tegucigalpa, M.D.C.