Por Mario E. Fumero
Es bueno que en nuestros países latinoamericanos comencemos a analizar las repercusiones que tendrán la elección y la política anunciada por Donald J. Trump, si gana la presidencia, en relación a la economía y la realidad que viven nuestros países iberoamericanos. Muchos están comentando sobre las propuestas de este candidato presidencial del Partido Republicano. Ciertos comentaristas y expertos en la política norteamericana han resumido lo que serán los primeros 100 días si el señor Donald J. Trump gana la presidencia.
Según afirma Patrick Healy en un escrito: (En su primer día como presidente, dijo, se reuniría con los funcionarios de Seguridad Nacional, generales y entre otros -no mencionó a diplomáticos- para tomar medidas encaminadas a sellar la frontera sur y asignar más agentes de seguridad para su custodia. También convocaría a quienes encabezan compañías como Pfizer, Carrier Corporation, Ford y Nabisco y les advertiría que sus productos tendrían aranceles del 35% porque están enviando empleos fuera del país. Los demócratas y algunos republicanos han advertido que los mercados financieros reaccionarían mal, y que la postura proteccionista de Trump podría sumergir al país en una recesión, pero él insiste en que el comercio está “matando al país” y que “los mercados estarían bien”. “Los diálogos bilaterales sobre el muro con México iniciarían a la brevedad y también llevaría, sin demora, a la Oficina Oval a directores ejecutivos”, expresó. “La Oficina Oval sería un lugar increíble para negociar. Exigiría el respeto inmediato de la contraparte, la comprensión inmediata de cuáles son las prioridades de la nación”. En cuanto a qué líder extranjero convocaría primero al llegar a la presidencia, dijo: “No necesariamente serían una prioridad”. “Tenemos que adoptar una postura más estricta con los demás países”, dijo Trump. “Ahora actuamos como la policía mundial. Así que no los llamaría de inmediato ni me involucraría aún más”) concluye Patrick.
Las repercusiones para Centroamérica serían catastróficas, porque Trump amenazó con revocar toda las leyes emitidas por Obama a favor de los emigrantes que estudian, y deportarlos de forma inmediata, incluyendo a todo los indocumentados, sin excepción, lo que nos traería una avalancha de personas que agravaría el desempleo y la pobreza en los países latinoamericanos.
Pero no solamente el señor Trump arremete contra América Latina, sino que se lleva de encuentro a los países árabes, e incluso, ha amenazado de darle un viraje radical a las estructuras de las Naciones Unidas cuando afirmó; “Pienso en un embajador de la ONU, en un secretario de Defensa y un secretario del Tesoro, pero pienso más en ganar primero. De lo contrario, estaría perdiendo el tiempo. En estos puestos, quiero gente que quiera ganar. La ONU no está haciendo nada para acabar con los grandes conflictos mundiales, así que necesitamos un embajador ganador que realmente sacuda a la ONU” lo que deja ver una tendencia impositiva e imperialista, por lo que podría desencadenar una guerra mundial.
Si Trump gana, cabe la posibilidad que los senadores y representantes de las dos cámaras lo frenen, e incluso, al cometer graves errores en política, que amenacen la seguridad nacional, podría llevársele a un juicio político, como ocurrió con Nixon, y destituirlo, pero si logran controlar las dos cámaras del capitolio, el futuro de esta nación será muy sombrío.
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