Invierten L. 14 millones para mejorar Medicina Forense regional

“Amarga herencia”, así calificó la directora de Medicina Forense, Semma Julissa Villanueva, la situación de limitaciones logísticas y de personal que se reportan a diario desde la morgue regional en San Pedro Sula, en donde con 154 personas, la mayoría empleados administrativos, han tenido que salir adelante desde el 2013 en la actual administración del Ministerio Público (MP).

Son decenas de carencias con las que cuenta esta rama científica del Ministerio Público (MP) que radica en su presupuesto, dijo la funcionaria, quien consideró importante que pese a esa situación ha habido avances sustanciales como la efectividad en el registro de los cadáveres de desconocidos, casos judicializados con veracidad de las pruebas científicas analizadas, entre otros.

“El presupuesto general de Medicina Forense es de 175 millones de lempiras, ya llevamos ejecutado más del 50 por ciento, porque de esa cantidad entre el 40 y 45 por ciento se traslada para cubrir las demandas de San Pedro Sula, nos faltan insumos, viáticos, personal, no nos ajusta el dinero y a pesar de eso tratamos de darle una respuesta al usuario, al doliente en la medida de nuestras posibilidades”, expresó.

La estadística de la institución refleja que en el año 2015, las clínicas forenses realizaron 1,152 evaluaciones por delitos sexuales, los laboratorios criminalísticos de toxicología, balística y documentología trabajaron 890, 2267 y 90 casos respectivamente y 4231 autopsias, específicamente a la cobertura del corredor noroccidental del país.

Este año la Dirección de Medicina Forense invirtió 14 millones de la tasa de seguridad y con fondos donados por EE UU, logró remodelar la sala de autopsias.
Este año la Dirección de Medicina Forense invirtió 14 millones de la tasa de seguridad y con fondos donados por EE UU, logró remodelar la sala de autopsias.

Villanueva destacó que con la Tasa de Seguridad se han destinado 14 millones de lempiras para la remodelación de las instalaciones y con el apoyo de la cooperación internacional, especialmente de los Estados Unidos, se ha logrado conseguir equipamiento para hacer más efectiva la carga probatoria.

“Estados Unidos ha dado insumos para los departamentos de genética y balística; sin embargo en Medicina Forense regional no se cuenta con la estructura básica para ese equipo por lo que las evidencias se trasladan hasta Tegucigalpa y de alguna manera hay demora en la entrega de resultados, pero eso no significa que haya deficiencias en el trabajo; sino que es parte del proceso con el que bregamos dentro de las limitaciones”, explicó.

Villanueva aclaró que en algunos casos las respuestas no se dan rápidas, como lo han denunciado los usuarios especialmente en la entrega de cadáveres, pero es porque ameritan identificación e investigaciones, “es un proceso meticuloso y científico, no improvisado (…) al menos el 20 por ciento de los casos están relacionados con el narcotráfico o criminalidad organizada”.

En el caso de las evidencias, explicó que los traslados de evidencias desde San Pedro Sula a Tegucigalpa requiere de tiempo e inversión, por eso manifestó que lo que hace Medicina Forense regional es lo que tiene que ver con “autopsias, levantamientos, atenciones en clínica forense, lesiones de vivos, exhumaciones, pero en la parte criminalística únicamente trabaja el Laboratorio de Toxicología, que se apoya también desde Tegucigalpa, entre otros”.

Por décadas la sala de autopsias en San Pedro Sula había lucido como una carnicería, fue a partir del 2013 que se tomaron acciones concretas.
Por décadas la sala de autopsias en San Pedro Sula había lucido como una carnicería, fue a partir del 2013 que se tomaron acciones concretas.

El edificio donde actualmente funciona el Centro de Ciencias Forenses regional fue donado en 1996 por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), apenas contaba con dos laboratorios, uno de toxicología y otro de serología y una pequeña sala de autopsias, hoy según Villanueva si bien les hace falta equipo tecnológico se han iniciado acciones para mejorar los laboratorios de serología, genética, balística, control de evidencias, documentología, marcas y patrones, además de la instalación del sistema de identificación balístico IBIS.

Todo lo anterior, luego que la el 27 de junio de 2012, justo después de que la mayoría del personal había concluido sus labores, se conoció el incendio en las instalaciones de la morgue cuando las llamas acabaron con los sectores en donde se manejaban evidencias y que las autoridades de aquel entonces y fiscales calificaron de posible “mano criminal”.

Hoy, trascurridos casi cuatro años, la cara de Medicina Forense no solo en Tegucigalpa; sino que en San Pedro Sula es otra, sostuvo la funcionaria al tiempo de presentar un informe fotográfico en donde detalla el antes y después. (SA)