Comunicados de la CAP: escuetos e incomprensibles

Por Sigfrido A. Sandoval
Miembro del CIMEQH

El maltratado consumidor hondureño, desde hace décadas, viene soportando estoicamente altos precios de los diferentes combustibles que se comercializan en nuestro caótico mercado nacional. Fue hasta el 2004, gracias a unos asesores chilenos contratados por el gobierno, que la compra de los combustibles se dejó de hacer en el llamado “mercado de El Caribe” y el país se vinculó, desde entonces hasta hoy, al “mercado Costa del Golfo de EE UU”.

Formalmente, esta medida debe ser considerada como positiva por las razones siguientes: en la realidad, los precios del El Caribe son más elevados que los del mercado Costa del Golfo ya que son resultados de una decisión unilateral y arbitraria de las multinacionales que facturan a sus filiales por lo que esos precios, llamados “anunciados” no corresponden a los existentes en un mercado real.

A pesar de lo señalado, en varios de mis artículos anteriores hemos demostrado que nosotros los consumidores de combustibles, particularmente los que compramos gasolinas, pagamos más de lo que deberíamos de pagar por cada galón que consumimos. Este atraco, es simplemente el resultado de que la CAP al tomar el precio internacional de las gasolinas en el mercado del Golfo, que aparece diariamente en la publicación Platt’s Global Alert, lo modifica, lo altera, lo eleva y lo recalcula, introduciéndolo en una “formulita” cuyo origen desconocemos y que nunca se le ha querido explicar al pueblo consumidor el por qué de su existencia.

Esto que hemos explicado muchas veces, aunque nos da la impresión de que existe una lamentable conformidad por parte del consumidor, es apenas una parte del problema. Considero también necesario examinar algunas de las particularidades que observamos en los comunicados que emite la CAP, prácticamente todos los lunes, anunciando más las alzas que las rebajas en los precios de los diferentes combustibles.

Puede ser subjetivo lo que decimos, es una apreciación muy personal, pero hemos notado que al aparecer una noticia, durante la semana, sobre un aumento en el precio del crudo en el mercado del Golfo, el día lunes, de inmediato se anuncia un aumento en el precio de los combustibles justificándolo por tal hecho. Esto nos confunde y nos llena de dudas sobre la justeza del argumento para el cambio de precios ya que sabemos, de acuerdo con la ley existente sobre este asunto, que el precio internacional de los combustibles llamado FOB, que debe aplicarse en nuestro mercado, debe ser el promedio de veintidós (22) días de precios medios entre valores altos y bajos publicados diariamente por Platt’s.

A este hecho agregamos también, que la CAP, cada vez que hay un cambio de precios, nos ofrece un coctel de justificaciones, sin ninguna explicación comprensible para el público consumidor, tales como “reducción o aumento de inventarios en los EUA”; “aumento o disminución de la demanda en algunos países”; “mantenimiento y reparación de algunas refinerías”; “aumento o disminución de la producción de crudo o refinados”; “la confianza que ha generado en los mercados el Banco Central Europeo al mostrarse proclive a nuevos estímulos”, etc.

Particularmente nos llamó la atención, una de las excusas que se usó para justificar uno de los últimos aumentos de precios en nuestro mercado. Se nos informó que en el mercado estadounidense, se pasó a utilizar la llamada “gasolina de verano” que se caracteriza por tener menor volatilidad que la gasolina de invierno y por ello es más cara. Aunque esto es cierto, también es verdad, hasta donde yo la conozco, que nosotros no importamos ese tipo de gasolina ya que entendemos que por nuestras condiciones climatológicas siempre mantenemos, durante todo el año, la misma especificación de volatilidad en las gasolinas. Por ello me preguntó: si no se comercializa en nuestro mercado esa gasolina llamada de “verano”, por qué nos aumentaron el precio de ellas.

Aunque podríamos continuar enumerando justificaciones, queremos dejar absolutamente claro que está lejos de nosotros el pretender concluir que algunas de ellas no tengan influencia en el nivel de los precios. Lo que sí realmente queremos, es que la CAP deje de vernos, a nosotros los consumidores, como expertos en combustibles capaces de entender sus escuetos e incomprensibles informes sobre el por qué de los cambios en los precios. Creo que están obligados, por ser nuestros servidores públicos, a ofrecernos explicaciones más sencillas y convincentes haciendo un mayor esfuerzo de análisis al dar las noticias pertinentes.