En una granja del centro de California (Estados Unidos), las hermanas Kate y Darcy, de 55 y 24 años respectivamente, se dedican a cultivar y cosechar, lo que según han dicho, son poderosos medicamentos para diferentes enfermedades y dolencias.
Son conocidas como “las hermanas del valle” y “las monjas de la marihuana”. Sin embargo, antes de empezar a hablar de su negocio, aclaran que no tienen ninguna relación con la iglesia católica, aunque también dicen que no se burlan de las creencias de otros.
Ellas mismas se denominan monjas espirituales, tal vez por el estilo de vida que llevan, pues los ritos y las ofrendas a la naturaleza son los protagonistas a la hora de empezar su peculiar labor. Le hacen adoraciones a la luna y la tierra, con el fin de “salvar el mundo” a punta de productos con a base de marihuana, según comentan.
Los resultados parecen indicar que la idea de las hermanas ha salido bastante bien. Según lo comentan medios estadounidenses, los famosos ungüentos de marihuana son comercializado a través de internet desde el año pasado y les han dejado hasta 1.000 dólares diarios porque ya le dan la vuelta al mundo.
Aseguran que ayuda a superar los problemas de sueño, a curar el dolor muscular, de muelas e incluso las fuertes migrañas.
Por el reconocimiento que han adquirido sus productos, que cuestan entre 10 y 95 dólares, ya han tenido problemas con las autoridades, que en otras oportunidades ya han prohibido este tipo de cultivos en esa zona de Estados Unidos.
Frente a esto, las “monjas” dicen que lo que comercializan solo tiene el 0,3% de tetrahidrocannabinol, prinicipal componente psicoactivo de la marihuana y responsable de alucinaciones.