Organizaciones microfinancieras de la región y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), suscribieron un convenio en la sede del organismo en Tegucigalpa por 5.3 millones de dólares para apoyar con financiamiento y cooperación técnica a productores del sector agrícola de Centroamérica.
El proyecto surgió hace tres años durante un encuentro en Guayaquil, Ecuador, recordó el representante legal de la Sociedad para la Inclusión de la Microempresa en Centroamérica y el Caribe (SICSA), René Romero.
Los fondos permitirán ampliar la inclusión financiera en el sector rural, comentó por su lado, el representante interino del BID, Kelvin Suero, al momento de suscribir el convenio de préstamo bajo condiciones no reembolsables.
Con estos recursos se espera atender a más de 2,300 productores del campo, con enfoque de género, desde Panamá hasta Guatemala, por medio de 12 microfinancieras.
De los 5.3 millones de dólares que implica el desembolso, por lo menos, 1.2 millones podrían quedarse en Honduras, calculó Aníbal Montoya, gerente de SICSA, una entidad que promueve el crédito a las microfinanzas desde Tegucigalpa.
El representante de las microfinancieras hondureñas, Juan José Lagos, consideró como un respaldo al sector por parte del BID, además, que viene a oxigenar el crecimiento de los microcréditos rurales.
También que la mayoría de instituciones se han sumado a la estrategia de inclusión financiera con productos nuevos al sector agropecuario como parte de los esfuerzos regionales por fortalecer la producción de alimentos.
Los fondos estarán en manos de la SICSA y llegarán como financiamiento o asistencia técnica a los productores a tasas de mercado de entre 18 y 24 por ciento anual, mediante las microfinancieras que canalizan recursos para el sector emprendedor.
El proyecto incluye un alto componente de asistencia técnica como asesoría, encadenamiento productivo para asegurar el retorno de las utilidades, mientras que las unidades productivas servirían de garantía.