Dibujando en 3D

Eco-plástico que se funde a una temperatura considerablemente baja y que tarda de tres a cinco segundos en endurecer, pero sigue siendo flexible hasta 20 segundos después, asegura Maxwell Bogue”, cofundador de WW.

Parece una mezcla entre un rotulador y un cúter, ambos de tamaño medio, pero esta singular herramienta, especial para niños, les permite hacer algo que parece un truco de magia:  dibujar en el aire, encima de la mesa o sobre cualquier objeto, cualquier figura tridimensional que surja de su imaginación y creatividad.

De la boquilla situada en el extremo de este ‘lápiz o pluma de Harry Potter’,  sale un hilo de un plástico ecológico o eco-plástico de color que se va uniendo a otros hilos, dando forma  a pequeños juguetes, gafas, animales, barcos, dinosaurios, plantas, coche, casas, robots, pulseras, mariposas, monumentos, naves espaciales y todo tipo de creaciones infantiles.

Esta pluma inalámbrica de impresión en 3D denominada 3Doodler Start  (http://3doodlerstart.com) “está diseñada específicamente para los niños de 8 a 13 años de edad”, de acuerdo a Daniel Cowen, cofundador de la compañía desarrolladora, WobbleWorks (WW), con sedes en Nueva York, Boston (Estados Unidos) y Hong Kong (China).

El 3Doodler Start no tiene puntos ni piezas calientes, permite a los jóvenes diseñadores en ciernes, futuros arquitectos y artistas del mañana, dibujar 3D cualquier cosa que imaginen y deseen, de acuerdo a sus diseñadores.

En la imagen un niño fabricando un dragón con el bolígrafo en 3D. Foto: Andrea Rascaglia (3Doodler Start /WobbleWorks Inc)
En la imagen un niño fabricando un dragón con el bolígrafo en 3D. Foto: Andrea Rascaglia (3Doodler Start /WobbleWorks Inc)

DIBUJAR EN EL AIRE

Este dispositivo, que emite un filamento que sale siempre a la misma velocidad y temperatura,  es sencillo de utilizar. Hay que pulsar el botón principal situado en su parte superior: una vez para  hacer que salga el plástico, otra vez para cortar su flujo y dos veces seguidas para que el plástico retroceda un poco hacia la boquilla.

Este lápiz 3D funciona con una barrita de material plástico de  color,  que se introduce por la parte trasera o ‘cola’ del aparato  y, una vez dentro, se calienta suavemente en 30 a 40 segundos, para después salir por la boquilla delantera, formando un hilo continuo de un diámetro más pequeño,  que se va solidificando.

Según sus datos técnicos, este ‘lápiz mágico’ de 138 milímetros (mm) de longitud, 41 mm de ancho, 35 mm de alto y diseñado especialmente para adaptarse a una mano infantil, dispone de una luz LED que indica cuándo el material alcanza su temperatura idónea, mientras que el filamento que sale por su punta  al pulsar el botón puede fluir hacia adelante o ir marcha atrás.

“Para ‘dibujar’ en el aire hay que comenzar  formando sobre una hoja de papel o cartón una pequeña burbuja de eco-plástico que quede bien adherida a la superficie y funcione como un punto de anclaje, a partir de allí se puede mover el lápiz, hacia arriba o en otras direcciones,  emitiendo un hilo de plástico”, indican los inventores.

“Cuando se llegue en el aire al punto o la altura deseada hay que detener el lápiz unos segundos y mantener el hilo plástico en su posición durante poco tiempo, hasta que se endurezca y, luego, proseguir dibujando a partir del último punto solidificado, sin efectuar trazos demasiado largos”, explican los diseñadores, que proporcionan algunas plantillas de dibujo junto con el lápiz.

Por ejemplo para ‘dibujar’ una réplica multicolor a escala de la torre Eiffel, primero se dibujan sus  componentes (patas, paredes, remate, punta) por separado, sobre su esquema o plantilla, y después se sueldan todas las partes por medio de hilos y puntos de eco-plástico, todo ello efectuando suaves movimientos de la mano, adecuados a la velocidad de salida del hilo plástico, según se observa en un video explicativo de WW.

En la imagen una niña haciendo múltiples creaciones a partir del bolígrafo en 3D. Foto: Andrea Rascaglia (3Doodler Start /WobbleWorks Inc)
En la imagen una niña haciendo múltiples creaciones a partir del bolígrafo en 3D. Foto: Andrea Rascaglia (3Doodler Start /WobbleWorks Inc)

LA CLAVE, PLÁSTICO MÁGICO Y SEGURO

“La clave para su desarrollo fue la creación de un nuevo eco-plástico que se funde a una temperatura considerablemente baja y que tarda de tres a cinco segundos en endurecer, pero sigue siendo flexible hasta 20 segundos después» señala Maxwell Bogue, cofundador de WW, a la revista ‘Gizmag’, agregando que los materiales que lo componen son de ‘grado alimentario’ (pueden pasar por el aparato digestivo sin efectos nocivos).

El plástico emerge ligeramente caliente, a una temperatura suave como para poder tocarlo y moldearlo con las manos con seguridad y sin quemarse, y cada barrita plástica de 15 centímetros de largo permite emitir una hebra de dibujo en 3D, de alrededor de 1, 50 metros de longitud, de acuerdo a WW.

Según su fabricante, este eco-plástico es completamente biodegradable: se descompone en elementos químicos naturales al exponerse al medioambiente,  un proceso que tarda alrededor de 45 días cuando está en contacto con la tierra, pudiendo formar parte del abono doméstico usado para nutrir la plantas.

Este dispositivo es compatible con todas las normas de seguridad de los juguetes de Estados Unidos y la Unión Europea,  y no ensucia con resinas ni líquidos, de acuerdo a WW.

Una imagen del bolígrafo o pluma en 3D.(Foto. 3Doodler Start /WobbleWorks Inc)
Una imagen del bolígrafo o pluma en 3D.(Foto. 3Doodler Start /WobbleWorks Inc)

El 3Doodler Start  aloja en su interior una batería recargable, que permite de 45 a 60 minutos de uso continuo y sin cables, y puede recargarse  conectándolo a un ordenador portátil o a un enchufe de la pared, a través de un puerto micro USB, pudiendo utilizarse mientras se está recargando, de acuerdo a su ficha técnica.

Para Cowen, este dispositivo “fomenta en los niños la creatividad, el diseño, la construcción y comprensión espacial, y no es un juguete de moda sino que, al igual que ha sucedido con los bloques de Lego o el videojuego Minecraft, formará parte de la educación infantil, proporcionando una plataforma pedagógica”.

“Los pequeños ya no se restringirán al lápiz y el papel, gracias a esta pluma que fomenta el pensamiento imaginativo y el juego independiente, y que incluso permitirá alargar la vida de algunos juguetes, juegos, figuras y modelos viejos y desechados, que se convertirán en un lienzo o base sobre el cual los jóvenes creadores podrán dibujar en 3D”, apunta Cowen.

Por Ricardo Segura.
EFE/REPORTAJES