Fibrilación Auricular: El más frecuente trastorno del ritmo cardíaco

Un estudio publicado por el American Heart Association en el 2013, reveló que 33.5 millones de personas o el 0.5 por ciento de la población mundial sufre de fibrilación auricular, el más frecuente trastorno del ritmo cardíaco.

Este es un problema con la velocidad o el ritmo de los latidos del corazón y muchas veces no existen síntomas para esta condición, por casualidad en una revisión rutinaria.

Las molestias más comunes son: palpitaciones (latido rápido e irregular del corazón) y cansancio muy marcado al realizar las actividades cotidianas. La fibrilación auricular se asocia a un incremento del riesgo de ocurrencia de un derrame cerebral, insuficiencia cardiaca, demencia e inclusive muerte.

Dependiendo de las circunstancias y la gravedad en cada caso, hay tres formas de tratar esta condición, fármacos y anticoagulantes o medicamentos que pueden evitar la aparición de la arritmia, controlar la frecuencia cardiaca cuando aparece y reducir complicaciones.

La cardioversión, que intenta revertir la fibrilación auricular; es decir, pasarla a un ritmo cardíaco normal. O la ablación, una técnica mínimamente invasiva que normalmente se realiza mediante una vena periférica como la femoral hasta la aurícula derecha para poder restaurar el ritmo normal.

La ablación de la fibrilación auricular se realiza, generalmente, en pacientes con una probabilidad razonable de curación y que siguen presentando fibrilación auricular, a pesar de tomar medicación antiarrítmica.

En casos excepcionales, se puede considerar como primera opción de tratamiento.

Daniel Benhayon, cardioelectrofisiólogo de Memorial Healthcare System certificado por la junta médica es un cirujano experto en el manejo de la fibrilación auricular quien explica sobre esta técnica mínimamente invasiva.

“Hay dos procedimientos para realizar la ablación de la fibrilación auricular; cirugía cardiaca y mediante catéter. La cirugía cardiaca es más eficaz, pero se reserva para casos muy concretos o pacientes que van a ser sometidos a otra cirugía cardiaca. Habitualmente, se prefiere el procedimiento mediante catéter, ya que es menos agresivo y no hace falta anestesia general”.

Si la separación de la fibrilación auricular ha resultado exitosa, es probable que el paciente pueda abandonar el tratamiento antiarrítmico, puesto que se ha eliminado el origen de la arritmia. La decisión de retirar todo, nada o parte del tratamiento la toma el médico valorando cada caso y basándose en los antecedentes y en las pruebas realizadas a cada paciente. Dado que la ablación es un procedimiento que sólo requiere pinchazos en la ingle, a los pocos días el paciente puede reincorporarse a su actividad cotidiana sin impedimentos.

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Acerca de Daniel A. Benhayon Lanes, MD:

Daniel Benhayon es un cardioelectrofisiólogo certificado por la junta medica. Ha completado su formación de electrofisiología en la Universidad de Pennsylvania y también su formación en cardiología en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh. Completó su residencia en medicina interna en el Centro Médico de Mount Sinaí en Nueva York.

Benhayon es un experto en el manejo de la fibrilación auricular, taquicardia ventricular, síncope, desfibriladores y el manejo de marcapasos. Ha publicado en los campos de la ablación de la fibrilación auricular, en la prevención de accidente cerebrovascular, muerte súbita cardíaca y la monitorización remota de pacientes con desfibriladores. Él es el director de educación para la Sociedad de Electrofisiología en América Latina, donde dicta conferencias por todo los Estados Unidos y América Latina.