Una hacha o filoso machete, fue el arma que usaron los criminales de Lesbia Janeth Urquía Urquía (49), miembro del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), quien apareció muerta la noche del miércoles a inmediaciones de un botadero de basura, en el municipio de Marcala, La Paz.
La información se desprende de las primeras investigaciones realizadas por equipo médico- científico de Medicina Forense del Ministerio Público (MP), en donde la hoy occisa fue trasladada en horas de la noche, a fin de realizar pruebas genéticas y la respectiva autopsia.
Se conoció que la fémina había ingresado como desconocida a la morgue de Tegucigalpa el miércoles y horas después el caso tomó relevancia al conocerse que se trataba de una miembro del Copinh y por el sadismo reflejado en el cuerpo.
Según el informe en poder del MP, más de 20 heridas punzo-cortantes en la cabeza y cuerpo provocaron la traumática muerte de la fémina, las evaluaciones reflejaron golpes en el cuerpo que hacen sospechar de posible tortura o afán de defensa de Urquía Urquía.
HIPÓTESIS POLICIALES
Según la relación de hechos que levantaron de manera preliminar los agentes de la DPI, la víctima salió de su casa de habitación en el Barrio San Miguel, de Márcala, La Paz, a las 6:00 de la mañana a ejercitarse en bicicleta, pero trascurrieron las horas y no regresó al tiempo que acostumbraba hacerlo, por lo que los familiares decidieron ir en su búsqueda.
Como ya conocían la ruta que su pariente usaba, finalmente la encontraron en horas de la tarde, tirada en un sector del basurero municipal de Marcala y sin retirarla de la escena, dieron aviso a la Policía Nacional.
Las hipótesis de la Policía son tres, y están en relación a que la víctima podría haber sido ejecutada por no haber pagado algún soborno o extorsión, del que supuestamente habría sido víctima.
La segunda hipótesis a despejar, tiene que ver con problemas personales por algún pleito por herencia familiar y una tercera seria el robo de la bicicleta, la que no se encontró en la escena del crimen.
“Los posibles móviles hasta el momento es que se supone una disputa de unas propiedades de la madre y hermana de la occisa, según la información no tenían una relación muy buena en esta familia por ese bien inmueble que Urquía Urquía tenía”, manifestó el subinspector de la policía de Marcala, La Paz, Eddy Roberto López.
Según el oficial, existe una denuncia en la Fiscalía por este caso ya que data desde hace seis años; “también se supone que la víctima había denunciado ser víctima de extorsión debido a la misma propiedad que tenía (hotel), la denuncia fue puesta en la Fuerza Nacional Antiextorsión, en Tegucigalpa”, agregó.
Asimismo, según lo recabado por los agentes policiales, Urquía Urquía, prestaba dinero en efectivo a algunos clientes de un negocio propio (mercadito de abastos) y quizás por alguna deuda que no podían pagar sus deudores, optaron por ejecutarla, agregó López.
El agente de la regional, añadió que en entrevistas con el esposo de la víctima, Edmundo Alvarado David, les manifestó que Urquía no pertenecía a la organización del Copinh u otra organización similar.
EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO
El MP informó en un comunicado de la conformación de un equipo multidisciplinario para investigar esta muerte, por lo que la Fiscalía General instruyó a las autoridades de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV) y de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), para que se movilizarán a Marcala, La Paz.
Asimismo, acompañan las diligencias investigativas agentes del departamento Técnico Científico que harán los análisis respectivos en cuanto a dispositivos electrónicos.
“El Ministerio Público reafirma su compromiso con la sociedad y con los grupos indígenas de resolver en la brevedad posible este lamentable hecho y ratifica que se agotarán las instancias necesarias para averiguar las causas que pudieron llevar a la muerte a la señora Lesbia Janeth Urquía Urquía”, prometió el MP en su comunicado de ayer. (SA)