LIURE, El Paraíso. La inversión en cosechas de agua como reserva estratégica del corredor seco de El Paraíso se encuentra varada, cientos de familias perdieron la esperanza de rescatar sus campos de cultivo después de un año de permanecer en completo abandono los reservorios de agua.
Honduras en uno de los países más vulnerables al cambio climático y el calentamiento global; la sequedad extendida y las inundaciones que afectan la producción, mantienen amenazada la población en pobreza y extrema pobreza de nuestro país dependiendo únicamente de la caridad del gobierno o de otros países cuando azota el fenómeno del Niño.
El esquema de construcción de los reservorios de agua quedó en simples agujeros en los municipios del sur, denunció el alcalde de Liure, Rogner Aguilera, quien dijo que “ya tenemos un año de haberse dado la primera etapa, se hicieron los reservorios, pero técnicamente no llegó ese beneficio a los pobladores.
“Hacemos un llamado a los responsables de echar andar ese proyecto, pues la idea del señor Presidente ha sido magnifica, pero la negligencia de la institución responsable ha provocado un retraso en los planes de acción contra la sequía prolongada en estos municipios del sur”.
“El costo es alto y el aprovechamiento es de vital importancia para nuestras comunidades. Liure cuenta con seis reservorios que podrían beneficiar a 100 manzanas de tierra y a muchas familias que cada año sufren la pérdida de sus productos. Se nos ha explicado que todo es un proceso, pero la segunda etapa después de un año aun no llega a nuestro municipio”.
La pobreza en los municipios del sur es agravada con la sequía prolongada que afecta suproducciónde subsistencia, sumado a esto la falta de fuentes de empleo y la poca inversión que los gobiernos dirigen a estas zonas mantiene a la población en dependencia de caridad.
Unos 13,500 habitantes distribuidos en 86 caseríos se dedican al cultivo de maíz, frijol y maicillo en pocas cantidades para el autoconsumo.
PLAGAS DE LANGOSTA
A sus 74 años, Jorge Humberto Sauceda, sembró su pequeña reserva de semilla para hacer producir unas dos manzanas de tierra con maíz. Sus sueños fueron frustrados debido a la temporada de sequía que sigue azotando la zona sur del país.
“Por si fuera poco, esta sequía nos dejó una cantidad de plagas que para nosotros sin los recursos económicos es difícil combatir. No tenemos asistencia técnica, porque como es para nuestro consumo, así que el gobierno nos deja solos, pero fue la langosta, porque si la logramos ver en las siembras”.
“A su corto crecimiento, la raíz se pudrió totalmente y de la noche a la mañana perdí todo lo que podía invertir. Nos preocupa porque se avecina una hambruna y lamentablemente la solución estaba en las cosechas de agua, pero al final fue una promesa que no llegó, no tenemos como enfrentar esta situación pues tengo cerca de 25 años de sembrar en esta zona y nunca tanta plaga nos había azotado tan duro”.
De acuerdo a este humilde campesino al menos nueve miembros de su familia dependen directamente de su trabajo y del maíz que este año apenas logró germinar.