A puñetazo limpio

Por: José María Leiva Leiva

Carlo Pedersoli, el fornido bonachón del spaguetti western (medía casi dos metros, y pesaba más de 140 kilos, esto es, unas 308 libras), más conocido como Bud Spencer, falleció en Roma el pasado lunes 27 de junio a los 86 años. Bud Spencer (nombre artístico que adoptó en 1967 en homenaje a la cerveza Budweiser y al actor Spencer Tracy), nació el 31 de octubre de 1929 en Nápoles.

En 1940 la familia se muda a Roma. Allí Carlo destacaría por su capacidad como estudiante y como un excelente nadador. Después de la Segunda Guerra Mundial (1947) la familia emigra a Rio de Janeiro, donde abandona la carrera de Química y hace trabajos ocasionales, entre ellos obrero y bibliotecario. También vivió un tiempo en Caracas, Venezuela, donde se dedicó a la venta de automóviles. Hablaba seis idiomas, el castellano entre ellos.

De regreso a Roma (1949) retoma la natación, con la cual llegará a obtener siete títulos nacionales, mientras hace pequeños papeles en el cine, entre ellos en «Quo Vadis» y en «Adiós a las armas». En 1950 se convirtió en el primer nadador italiano en bajar del minuto en los 100 metros libres (fue siete veces campeón nacional de esa distancia), y logró varias medallas en distintos Juegos del Mediterráneo.

Cine-2

En los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952 y de Melbourne 1956 además de nadar en solitario formó parte del equipo de waterpolo de su país que alcanzó las semifinales en ambos campeonatos, y también compitió en ese deporte en los de Roma de 1960. Sus biógrafos señalan que en la piscina conoció a otro nadador, Mario Girotti (ocho años más joven), con el que muchos años después crearía el dúo Bud Spencer y Terence Hill, constituyéndose en la pareja más popular del cine italiano de los 70 y 80, una actualizada versión de “El gordo y el flaco” que se posó en el spaguetti western para delirio de los amantes de los mamporros (golpes) a diestro y siniestro, con toques de humor.

Carrera conjunta que arrancó con “Dios perdona, yo no”, en 1967 y perduró hasta “Y en Nochebuena se armó el belén”, en 1994. Alcanzaron el éxito apenas cuatro años después con “Le llamaban Trinidad” (1971). La pareja no para: “Seguían llamándole Trinidad”, secuela de 1972 de la anterior; “Y si no… nos enfadamos”, de 1973, con la que se convierten en mecánico y camionero, aficionados a las carreras de coches.

“Dos misioneros” (1974), “Dos superpolicías” (1976), “Par impar” (1978), “Estoy con los hipopótamos” (1979), “Quien tiene un amigo, tiene un tesoro” (1981) o “Dos superesbirros” (1983), todas estas películas tuvieron una larga vida, gracias a su posterior explotación en video y televisión. Con vistas a rentabilizar aún más su fama, ambos actores protagonizaron sus propios vehículos de lucimiento por separado.

Cine-3

Bud Spencer siguió repartiendo tortazos en la tetralogía del detective Zapatones: “El súper poli”, (1973); “Pies grandes” (1975); “Puños fuera” (1977) y “Zapatones” (1979), así como en “El sheriff y el pequeño extraterrestre” (1979) o la secuela de esta, “El supersheriff” (1980). Sin olvidar “Dos granujas en el oeste” (1981), “Banana Joe” (1982) o “Bombardero” (1982). En 1985 la pareja protagonizó “Dos superpolicías en Miami”.

A finales de los 80, sus carreras comenzaron a declinar. Bud Spencer rodó la comedia “Aladino” (1986). Entre 1988 y 1989 participó en la miniserie policiaca “Big Man” y a principios de los 90 intervino en la miniserie de acción titulada “El maxipolicía”, de la que se grabaron varios episodios entre 1990 y 1993, primero acompañado por Philip Michael Thomas y luego por Michael Winslow.

Cine-4

En 1997 protagonizó otra miniserie junto a Philip Michael Thomas, titulada “We are angels”. En 1994 repitió escenario con Terence Hill en “Y en Nochebuena… ¡se armó el Belén!”. Luego participó como secundario en dos filmes españoles, el thriller de Eduardo Campoy “Al límite” (1997) y la producción histórica “Hijos del viento” (2000), una aventura en tiempos de la Conquista de América, de José Miguel Juárez.

Luego vendría su último trabajo en “Cantando detrás del parabrisas” (2003). En 2006 se postuló en las elecciones regionales a un cargo municipal por el partido de Silvio Berlusconi. En 2009 apareció en un spot publicitario de Bancaja, donde vuelve a repartir sus entrañables mamporros. Finalmente, junto a Terence Hill, en 2010 recibió el premio honorífico David Di Donatello en reconocimiento a sus trabajos.