Hace cien años, estos comportamientos garantizaban un encierro en el manicomio

Muchas cosas han cambiado en los últimos cien años; la ciencia, la tecnología y ciertas conquistas sociales y políticas han cambiado el paisaje cotidiano de manera drástica. Entre estos cambios se encuentran las nociones de salud mental: por comportamientos que hoy son considerados “normales”, socialmente aceptables y hasta saludables, hace un siglo se encerraba a las personas en instituciones psiquiátricas.

Estas son algunas de las causas de encierro más sorprendentes:

-Travestismo: a comienzos del siglo XX llevar ropa no correspondiente al propio género era causal de encierro psiquiátrico. En un periódico de 1916 se puede leer:  “la señorita Emma Miller fue enviada a un psiquiátrico. Usaba pantalones y trabajaba como un hombre”.

-Ser pobre: para evitar los males de la pobreza, alrededor del 1900, muchas personas buscaron ser diagnosticadas con insanía mental para conseguir hospedaje en un psiquiátrico, ya que ello implicaba al menos un techo, comida y ciertos cuidados.

-Ser incapaz de trabajar por muchas horas: en 1915 las jornadas laborales rondaban las 10 diarias; ante una ola de protestas, el abogado de una patronal pidió que quienes no pudieran trabajar el número de horas requeridas por los empleadores fueran examinados por un psiquiatra.

-La epilepsia: quienes sufrían de epilepsia solían ser recluidos en manicomios si sus familiares no podían o no querían hacerse cargo de ellos.

-Acostarse con la persona equivocada: en 1896 una joven tuvo relaciones con un hombre mucho mayor que ella, y le pidió matrimonio. Él la acusó de demencia, lo que provocó que fuera encerrada en un psiquiátrico.

-Exceso de estudio: el periódico The Day Book difundió que dos hermanas fueron encerradas en un psiquiátrico luego pasar días enteros estudiando textos religiosos.

-Leer a la mañana: “Alice Ostwald fue encontrada leyendo una novela en una esquina a las 5:00 am y la enviaron a un psiquiátrico”.

-Conducir a alta velocidad: en 1922, en Detroit, los conductores que iban muy rápido eran examinados por psiquiatras.