Teatro Memorias: Arte y diversión en La Plazuela

Por: Carolina Fuentes
Fotos: Edwin Zaldaña

Carcajadas, suspiros, sorpresa y hasta sustos provocan en su público los actores de la Casa Teatro Memorias, un interesante proyecto cultural que ha venido a “revivir” el encanto del barrio La Plazuela, en el centro histórico de Tegucigalpa.

¿Vivir del arte en la capital? Aunque suene un poco “alocada” la idea, no es imposible. Los profesionales del teatro que conforman esta valiosa iniciativa decidieron apostarle a su carrera, abriendo así un nuevo espacio de diversión para los capitalinos.

Haciendo una pausa en sus ensayos, Inma López, Óscar Quiroz y Jean Navarro recibieron a LA TRIBUNA en el pequeño teatro, para compartir su historia, sus alegrías y sus retos.

En el año 2012, con la ilusión de echar a andar su proyecto, los artistas convirtieron un recinto simple en un pequeño teatro. Pintaron las paredes de negro, instalaron luces; con material reciclable armaron un escenario, una taquilla, camerinos, graderías, y se pusieron manos a la obra.

Una de las integrantes de este grupo es la licenciada en arte dramático, Inma López, una simpática española que confiesa con una sonrisa que a Honduras “me trajo el amor”. Conoció en Colombia al dramaturgo “catracho” Tito Ochoa, con quien se casó y se trasladó a Honduras, pues él ya tenía planeado poner en marcha el grupo teatral.

Inma López y Jean Navarro forman parte del Teatro Memorias, ubicado en el barrio La Plazuela, en el centro de Tegucigalpa.
Inma López y Jean Navarro forman parte del Teatro Memorias, ubicado en el barrio La Plazuela, en el centro de Tegucigalpa.

“Me vine a Honduras por amor… Me enamoré de un hondureño, aunque me dijeron cuidado con los hondureños…”, manifiesta la actriz, con una carcajada.

“…y pues, me casé con él, y como él es el director de esta Casa de Teatro Memorias, él es Tito Ochoa, entonces nos vinimos juntos acá, para Honduras y empezamos este proyecto artístico cultural y bueno, allí vamos, trabajando siempre”.

Casa Teatro Memorias debutó un 14 de febrero del 2012, un día de los Enamorados, con la obra “Monólogos de la Vagina” y la aceptación por parte del público, desde entonces, fue todo un éxito.

Sentada en el escenario, con un par de reflectores iluminándole el rostro, Inma comenta que “esta pequeña salita para 150 personas, que está aquí, en el centro, también le está dando un poco de vida a este sector de la capital y ya la gente la conoce más, le gusta nuestro teatro, la pasa bien, se divierte, se entretiene, y cada año ha venido más gente, más gente, más gente…”.

¿Es difícil vivir del teatro en Honduras?, se le pregunta a la guapa española, quien expresa que “hacer arte y en concreto, el teatro, es difícil en todas las partes del mundo, porque siempre es complicado, el teatro no es un negocio, el teatro es arte, entonces implica muchos gastos, pero también mucho esfuerzo, mucha pasión, mucho tiempo de trabajo”.

Inma, junto a Jean y Óscar, luego de un ensayo de la obra “Te juro Juana que tengo ganas”.
Inma, junto a Jean y Óscar, luego de un ensayo de la obra “Te juro Juana que tengo ganas”.

LA TEMPORADA

Este fin de semana, el Teatro Memorias inició la temporada de la comedia “Te juro Juana que tengo ganas”, que trata sobre una escritora de 40 años que se debate entre el amor de un joven poeta y el de un caballero maduro, en los “locos” años 20. La obra es dirigida por José Luis Recinos, del Proyecto Escénico Kemec, y participan en el elenco Inma López, Óscar Quiroz, Laura Yánez, Angélica Merlo y Jean Navarro.

El actor Óscar Quiroz cuenta que “este proyecto es el montaje de una obra costumbrista, una comedia del dramaturgo mexicano Emilio Carballido, y es una alianza entre el Teatro Memorias y el Proyecto Escénico Kemec, lo que nosotros hacemos es trabajar en redes entre grupos de teatro para fortalecer nuestro medio”.

Parte del estilo de la Casa Teatro Memorias es “sacudir” las emociones del público con obras que despiertan la curiosidad, otras que escandalizan, y otras que invitan a “volver a enamorarse”, como ocurre con la obra “Te juro Juana que tengo ganas”.

El Teatro Memorias comenzó a funcionar en el año 2012 y desde entonces goza de tremenda aceptación por parte del público capitalino.
El Teatro Memorias comenzó a funcionar en el año 2012 y desde entonces goza de tremenda aceptación por parte del público capitalino.

Óscar hace el papel de Standford, un joven poeta, disléxico, quien tiene un amor secreto con Juana.

“Es la historia de Juana, una mujer madura, que ama y es amada por un joven mucho menor que ella y claro, la obra está ambientada en 1920, en aquella época es todo un escándalo que una mujer se enamorara de un hombre menor…”.

“El público se emociona mucho con la obra porque es una historia de amor, sobre todo en un país donde hay tanta violencia, todos queremos regresar a esas historias que nos hacen volver a enamorarnos, entonces el público se enternece mucho con la obra”.

Óscar es egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático y profesor de teatro. Su sonrisa constante refleja la satisfacción de hacer lo que se ama. ¿No sintió miedo de estudiar esta carrera, en este país donde vivir del arte es todo un reto?, se le consulta al artista.

“Lo primero es que tenés que estar muy seguro y tener claro que esto es lo que querés hacer y cuando algo de gusta de manera verdadera, nunca va a ser una carga. Yo trabajo de esto, vivo de esto y no lo siento como trabajar… Lo que necesitás es mucha determinación, mucha disciplina y mucho amor”.

El proyecto cultural es una interesante opción para divertirse en el centro de la capital. (Fotos: cortesía de Javier de Quincey y Joel Castro).
El proyecto cultural es una interesante opción para divertirse en el centro de la capital. (Fotos: cortesía de Javier de Quincey y Joel Castro).

UNA ESCUELA

Para el actor Jean Navarro, el Teatro Memorias ha sido una escuela, pues de la mano del dramaturgo Tito Ochoa ha desarrollado su carrera.
“Mi experiencia ha sido muy enriquecedora, el arte escénico y el teatro alguien se lo tiene que inculcar a uno, y en el Teatro Memorias he encontrado eso, un maestro que le enseña a uno cómo actuar, le brinda ciertas herramientas para que uno, al aplicarla en los personajes, pueda contar una historia”.

Jean cuenta que para montar una obra de teatro se requiere ensayar entre cuatro y seis horas, de lunes a viernes, por un período de dos a tres meses, y “a medida que se acerca la fecha del estreno, son más las horas del ensayo”.

En la obra “Te juro Juana que tengo ganas”, Jean hace el personaje de Librado Esquivel, un hombre de 30 años que es el pretendiente con quien la familia de ella desea comprometerla.

Los artistas le dan vida a los más divertidos personajes, cautivando al público. (Fotos: cortesía de Javier de Quincey y Joel Castro).
Los artistas le dan vida a los más divertidos personajes, cautivando al público. (Fotos: cortesía de Javier de Quincey y Joel Castro).

¿Se “pega” algo de los personajes? Sí, responde Jean. “Se pegan muchas cosas, pero también uno se da a los personajes. Dentro de uno hay un montón de cualidades que a veces uno no observa y que puede utilizarlas en ciertos personajes”.

Entre risas, Inma, Óscar y Jean comentan que lo que suele “pegarse” de los personajes son los textos, ya que a veces, mientras conversan, de repente a alguien se le ocurre contestar a una pregunta cotidiana, como lo hacía un determinado personaje, o decir “frases” de estos en ciertas ocasiones, de manera inconsciente.

El Teatro Memorias es un claro ejemplo de que los emprendimientos artísticos sí pueden tener éxito en Tegucigalpa, siempre y cuando se les ponga esfuerzo, entusiasmo, constancia y sobre todo, el corazón.

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