Efrain Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, los sobrinos de la primera dama, Cilia Flores revelaron a los agentes de la DEA que pagaron 900.000 dólares al testigo asesinado en Honduras en noviembre de 2015, mismo mes en que los venezolanos fueron capturados.
Se trata de un narcotraficante identificado como CW-1 que colaboró con Estados Unidos dando información sobre las intenciones de los Flores de traficar 800 kilogramos de cocaína de alta pureza hacia Miami, Estados Unidos.
El pago fue para que el hondureño gestionara la organización y logística del envío y recibimiento de la droga, confesaron los sobrinos políticos de Nicolás Maduro, quienes para el momento de la captura tenían pasaporte diplomático y afirmaron que del aeropuerto venezolano salían vuelos cargados de droga como “pedro por su casa”.
Durante el juicio, el agente antidroga de la DEA, Sandalio González informó que CW-1 era el único testigo autorizado por la DEA en este caso e indicó que el testigo cooperante era un traficante de drogas en Honduras y estaba confinado a una silla de ruedas y nunca portó equipos de grabación proporcionados por la DEA.
En Caracas, se pide investigación judicial y política por caso narcosobrinos
En Venezuela, la diputada Delsa Solorzano pidió a la Asamblea Nacional discutir la gravedad del caso conocido como los “narcosobrinos” y pidió abrir una investigación ante la denuncia de que los Flores viajaban con pasaporte diplomático para el momento de su detención.
La Comisión de Política Exterior de la AN iniciará las diligencias para establecer responsables y determinar el alcance del caso que involucra a familiares de la pareja presidencial en el tráfico de drogas, sobornos y corrupción.