Así fue la primera forma de la vida en la Tierra

En los últimos años ha aumentado el número de biólogos que creen que la vida podría haber surgido en la superficie terrestre y no en las aguas del océano. Para averiguarlo ya se han realizado muchas investigaciones, pero de éxito muy limitado.

Recientemente científicos alemanes han reconstruido el primer ancestro común de todos los seres vivos, al que han bautizado ‘Luca’. Este apareció hace unos 3.800 millones de años e impulsó el desarrollo de dos tipos de células: las bacterias y las arqueas. En el estudio de los genomas de 1.800 bacterias y de 130 arqueas, los científicos hallaron 355 genes universales que posiblemente tuviese Luca y con los que lo han reconstruido.

Durante la investigación han descubierto en el nivel molecular testimonios de que el primer organismo de la Tierra habitó en aguas calientes, según un artículo publicado el 25 de julio en la revista ‘Nature Microbiology’. Esto podría corroborar la hipótesis de que la vida no empezó en el océano, como la sociedad científica suponía.

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El análisis de los genes más antiguos mostró que este primer organismo tenía proteínas en su genoma y habitaba un entorno geoquímico activo rico en hidrógeno, dióxido de carbono y hierro, que constituían su alimentación.

«Nos ha impresionado haber descubierto tanto», dice William Martin, de la Universidad de Dusseldorf, que dirigió la investigación. El científico describe a Luca como un organismo semivivo porque podía depender de reacciones abióticas para producir los elementos químicos necesarios para vivir.

¿Significa eso que la vida en la Tierra comenzó en las aguas de géiseres y los lagos volcánicos? Quizás sí, pero no hay estudios que puedan confirmarlo directamente.