Si medimos la riqueza de nuestro país, definitivamente no debería existir pobreza. Desafortunadamente la realidad es otra. La pobreza se impone, las causas y razones son muchas. Por más que se diga y se reitere que la pobreza disminuye, ésta no se puede esconder porque somos muchos, cómo también no se puede esconder la opulencia y riqueza económica de unos pocos. De la presente coyuntura, es que se nutren los pensamientos ideológicos, la derecha y la izquierda. Los dos bandos afirman tener soluciones a estas dos variantes que marcan una sociedad, pero ningún bando ha logrado erradicar la pobreza. Los ejemplos abundan a lo largo y ancho de Latinoamérica. El día que se termine la pobreza, ese día se acaban los mentirosos y demagogos que buscan perpetuarse en el gobierno en nombre de los pobres.
Allan Aragon
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