Represas de uso múltiple y sistemas de riego indispensables en Honduras

Por José Rolando Sarmiento

Los sistemas de irrigación en Honduras se han utilizado muy especialmente para usos de carácter agrícola, sobre todo por las empresas bananeras transnacionales operando en Honduras desde comienzos del siglo veinte, a raíz de la primera concesión otorgada al inversionista norteamericano Samuel Zemurray en el año 1912, fundador de la United Fruit Company y su filial en nuestro país, la Tela Railroad Company, operando en extensas tierras de los departamentos de Atlántida, Yoro y Cortés, utilizando aguas superficiales vía bombeo mecánico de los caudalosos ríos Ulúa y Chamelecón, con un sistema de canales maestros de conducción y canales secundarios al interior de las fincas, y más modernamente la instalación de redes de tuberías principales y tuberías de alimentación con bombeo de presión para impulsar el precioso liquido por los tubos parales elevados y las boquillas que giran los 360 grados por encima de las matas de banano, cumplimentando la cantidad de agua requerida para que los racimos se desarrollen con el tamaño preciso para el corte de la fruta, para la exportación, proceso que les asegura una exitosa producción bananera para todo el año, sin depender de las lluvias invernales, o verse afectados por la temporada veraniega, igual en el sector la Standar Fruit Company.

En los años de la década de los cincuenta, en la administración del presidente Juan Manuel Gálvez, se construyen las represas de El Taladro y El Coyolar, para alimentar los sistemas de riego del valle de Comayagua, beneficiando a los agricultores de varios municipios de los departamentos vecinos de Comayagua y La Paz, los que además de los cultivos tradicionales como el maíz, el sorgo, los frijoles y el arroz, también elevaron la producción de verduras, vegetales y frutales, tales como la cebolla, chiles, tomates, pepinos, rábanos y zanahorias, para cuyo cultivo es esencial contar con irrigación, de manera que ya  en los años ochenta, la Secretaría de Agricultura, con apoyo de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos y la Misión Agrícola de China Taiwán, intensifican el cultivo y difusión de diversas variedades de cultivos no tradicionales, esencialmente para la exportación, comenzando con la calabacita, las ocras, la arveja china, coliflor, brócoli, nabo, berenjena, zanahoria, remolacha, zapayo, variedades de cebolla, lechuga, repollo, así como sandías, cítricos, mangos, guayaba taiwanesa y uvas, así como crianza de las razas porcinas, avícolas y acuícolas como la popular tilapia.

En el campo de generación hidroeléctrica el impulso de los proyectos Yojoa, Cañaveral, Río Lindo, por el gobierno del demócrata presidente José Ramón Villeda Morales, más tarde, a finales de los setenta, la represas de El Cajón y El Níspero, y en los años noventa, con Rafael Leonardo Callejas, la represa José Cecilio del Valle, con un componente de irrigación para unas cuatro mil manzanas en el departamento de Valle, y pendientes de su ejecución, los proyectos de represas en los ríos Ulúa y Chamelecón, Los Llanitos – Jicatuyo y El Tablón, donde ya se contempla generación eléctrica, irrigación y provisión de agua potable, amén de contención contra inundaciones en el Valle de Sula, y las tres etapas de la Hidroeléctrica Patuca, en avanzada fase de construcción.

Existen en la actualidad múltiples proyectos construidos y en planificación, para generación eléctrica hidráulica, los de agua potable Los Laureles y La Concepción, en espera, Guacerique III, Río del Hombre, esenciales para la ciudad capital, más los diversos proyectos de riego por ejecutarse, y las novedosas cosechas de agua, para contrarrestar el cambio climático y la sequía en poblaciones del Corredor Seco, en Valle, El Paraíso, Francisco Morazán, La Paz e Intibucá.

La introducción a Honduras en los años ochenta, del novedoso sistema de riego por goteo implementado en la agricultura de Israel, que ha revolucionado la producción diversificada de frutales, verduras y vegetales en la zona sur del país, con un mercado internacional para sus melones de la acreditada variedad Cantaloupe, que goza de un acreditado prestigio en el mercado norteamericano, desplazando inclusive a los producidos en otros países, por su calidad, dulzura y apetecido por los paladares de los consumidores norteamericanos, que se distribuye y vende en los mejores supermercados y fruterías de las principales ciudades estadounidenses, a lo que se suman las sandías, vegetales, verduras y plantas para decoración de oficinas y salones de festividades, con una considerable inyección de millones de dólares anuales, lo que ha reactivado la otrora deprimida economía del sur de Honduras, con la consecuente creación de miles de empleos para sus habitantes, e indirectamente beneficiando las actividades comerciales, venta de insumos agrícolas, servicios públicos, el transporte, recaudaciones de impuestos fiscales, contribuciones y cánones del Estado y municipales, concluyendo que la mejor inversión, son represas de uso múltiple, para electricidad, irrigación, agua potable, control de inundaciones.