Aprovechando que los Juegos se desarrollan en Río de Janeiro por primera vez en la historia, un grupo de personas ha decidido sacarle jugo a la fiebre olímpica que se vive actualmente en la ciudad brasileña.
Sin siquiera haber consultado al Comité Olímpico Internacional, ni a las federaciones de cada deporte, estos sujetos celebran cada fin de semana sus propios Juegos.