Menesterosos utilizan las aceras de la parte frontal del estadio Nacional “Tiburcio Carías Andino”, en Tegucigalpa, para refugiarse al no tener un hogar donde descansar por las noches, y, algunas veces se les ha observado dormidos hasta en horas del día.
Ellos urgen que las autoridades correspondientes les ubiquen en un lugar donde sean albergados y no sufran más por hambre, frío, soledad, malos tratos, entre otros padecimientos que se ganan “a pulso”, al no tener quién responda por ellos.
En un recorrido por otros sectores de la capital, también se captó a una indigente que vaga por las calles del Barrio Abajo y que en su condición de enferma alcohólica, según vecinos, muchos se han aprovechado de su situación para abusarla, golpearla y agredirla verbalmente.
A tal grado que quedó aparentemente resignada a orillas de las vías y nadie “dio un peso por ella”, tampoco llegaron elementos de ninguna institución a auxiliarla.
Los mendigos necesitan del apoyo de las autoridades locales, las iglesias, las Organizaciones no Gubernamentales u otras que hagan algo por ellos.
