Importancia de las fiestas de independencia

Por Noé Pineda Portillo
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Cuando hablamos de recordar la fiesta de independencia patria, a veces, no pensamos la importancia que esto tiene. La enseñanza y aprendizaje que esto tiene para los ciudadanos de nuestros países, sobre todo, cuando pensamos en los países latinoamericanos y no solo los iberoamericanos o de cultura primigenia ibérica, sino todos los del subcontinente latinoamericano, que venimos a la vida independiente casi al mismo tiempo.
Septiembre es un mes de gozo para muchos países latinoamericanos que logramos la independencia ese mismo mes del año. Es un mes de gozo el 15 de septiembre para los centroamericanos de la antigua República Federal, y dentro de la cual se encuentra Honduras, junto a las hermanas repúblicas de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica. Las fiestas patrias tienen un trasfondo histórico-cultural que trasciende más allá de lo que comúnmente pensamos, involucran una enorme gama de aspectos que sería de mucho conocer para estar seguros de nuestra identidad, pues solo el que no conoce su historia y geografía nacional, no le guarda cariño a su tierra natal. Es por eso, que merecemos hacer recuerdo de nuestros hechos históricos, de nuestras grandezas geográficas, de nuestros valores cívicos, que tanto influyen en nuestra identidad nacional.
Las fiestas patrias, no son solo las marchas marciales o militares, las malabaristas palillonas, las bandas estudiantiles, el colorido de las danzas y bailes folklóricos, sino la trascendencia histórica de los hechos y visiones que tuvieron nuestros próceres y las bases en que se fundamenta la formación de la patria.
La independencia de Honduras y Centroamérica giró alrededor de los acontecimientos que tanto dentro como de fuera de Centroamérica se sucedieron y principalmente los sucesos de Estados Unidos, de México y España. Solo para mencionar uno de estos casos, la invasión francesa a España en 1808, que destronó al Rey Fernando VII creó un caos político en la península ibérica. Los españoles se rebelaron en contra del invasor, y se negaron a reconocer al francés José I Bonaparte, puesto por su hermano Napoleón Bonaparte, como su nuevo monarca. Esto los llevó a convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en la cual se promulgó la famosa Constitución de Cádiz en 1812. A través de la Constitución de Cádiz se estableció el sufragio universal, la soberanía nacional, (ya no era el rey), la separación de poderes, la libertad de expresión, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cosas.
Los símbolos patrios son elementos físicos o abstractos seleccionados por los estados para crear un sentido de unidad y pertenencia entre los habitantes de un país. También sirven como identificación de un país ante otros países y organismos internacionales. Ejemplos de símbolos patrios son: el Himno Nacional, la Bandera Nacional, el Escudo, el Mapa oficial, algunos edificios, las figuras o retratos de los próceres. Los símbolos nacionales muestran el alma de un pueblo y en ellos se ven sintetizados los hechos históricos más importantes, es decir, sus orígenes, sus anhelos, sus ideales y sus luchas. Los símbolos patrios representan a la nación: el pueblo hondureño se reconoce en ellos y de allí emana su importancia y su necesidad de respeto. Estos símbolos patrios contribuyen también a que los habitantes de un mismo país se identifiquen como “iguales” cuando coinciden en otro país o lugar ajeno.