Ya sea porque piensas que son insignificantes o te dan pena, existen ciertas cosas que no debes ocultarle a tu ginecólogo.
Después de todo, la única forma en que el especialista puede determinar tu salud es con toda la información necesaria, ¿no lo crees?
Toma nota de estas 10 cosas que jamás debes callarte. ¡Piensa en tu salud!
1. SI NO TIENES TU PERIODO
Es probable que inmediatamente pienses que estás embarazada, pero hay otros factores que pueden causar que tu periodo se interrumpa; desde estrés hasta un desequilibrio hormonal.
2. EL NÚMERO DE PAREJAS QUE HAS TENIDO
El ginecólogo no tiene por qué juzgarte. Incluso si no te lo pregunta, vale la pena mencionarlo.
3. SI SIENTES ARDOR AL ORINAR
¡Ojo! Este es un síntoma que puede indicar algo más grave como una infección. Trátalo a tiempo para que no pase a mayores.
4. SI HAS TENIDO RELACIONES SEXUALES SIN PROTECCIÓN
Algunas enfermedades de transmisión sexual no presentan síntomas. Si tuviste relaciones sexuales sin protección es mejor decírselo a tu ginecólogo.
5. SI TENER RELACIONES SEXUALES TE DUELE
¡No sientas pena! Un especialista puede decirte si tienes algún problema físico y ayudarte a mejorar tu vida sexual.
6. SI TOMASTE ALGÚN ANTICONCEPTIVO
Ya sea que tomaste la pastilla del día siguiente o decidiste retomar tus anticonceptivos orales, no le ocultes a tu ginecólogo esta información.
7. SI NOTAS UN OLOR EXTRAÑO
Don’t! Esto puede ser una señal de una infección o un desbalance, ¡jamás guardes esta información!
8. TUS PLANES DE QUEDAR (O NO) EMBARAZADA
Es importante que tu ginecólogo conozca tus planes a futuro, pues así podrá recomendarte el mejor tratamiento, los hábitos que debes adoptar, etc.
9. SI SANGRAS DESPUÉS DE TENER RELACIONES SEXUALES
Si sucede una vez puede ser perfectamente normal, pero si esto ocurre muy seguido ¡comparte tus dudas con tu ginecólogo!
10. SI HAY FLUCTUACIONES DE PESO SIN RAZÓN
Aunque es muy probable que tu especialista te comente algo al respecto, considera que un desbalance hormonal puede hacerte subir o bajar de peso repentinamente. ¡No des por sentado que no hay ningún problema!