La ONU se reúne de emergencia por crisis en Alepo

AFP.- El Consejo de Seguridad de la ONU sostenía el domingo una reunión urgente en momentos que Alepo seguía sumida en el horror, tras otra noche de bombardeos lanzados por fuerzas gubernamentales sirias y su aliado ruso, que dejaron más muertos.

Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos convocaron al Consejo para aumentar la presión sobre Rusia e insistir en que frene a su aliado sirio en su campaña de bombardeos en Alepo.

«Se están cometiendo crímenes de guerra en Alepo», dijo a periodistas el embajador de Francia, Francois Delattre. «No deben quedar sin castigo y la impunidad simplemente no es una opción en Siria», agregó.

«Justo cuando pensábamos que las cosas no podían ponerse peor en Siria, se pusieron», concordó el embajador británico Mattew Rycroft.

«Las municiones incendiarias que se lanzan en Alepo son indiscriminadas y son una clara violación de las leyes internacionales, al igual que las bombas de barril que caen de los cielos», afirmó el diplomático.

«¿Qué excusa hay para hacer algo menos que tomar fuertes medidas para detener un crimen deliberado? Cuánto tiempo más quienes tienen influencia permitirán que esta crueldad continúe? Urjo a todas las partes involucradas a trabajar firmemente para poner fin a la pesadilla», declaró el Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

BOMBARDEOS SIN CESAR —

Los países occidentales intentan frenar la ofensiva aérea lanzada el viernes por las fuerzas sirias y Rusia para reconquistar los barrios insurgentes en el este de Alepo, segunda ciudad del país.

La embajadora estadouniense Samantha Power indicó que se registraron más de 150 bombardeos sobre la ciudad en las últimas 72 horas y acusó a Siria y Rusia de lanzar una «ofensiva total».

La lluvia de bombas ha dejado al menos 115 muertos, 14 de ellos este domingo al amanecer, según un nuevo balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Entre ellos, figuran 19 niños y mujeres atrapados bajo las ruinas de los edificios destruidos en los ataques.

«Los bombardeos no han cesado en toda la noche», afirmó a la AFP Ahmad Hajjar, un habitante del barrio rebelde de Al Kallassé. «No he pegado un ojo hasta las 04H00 de la madrugada», agregó este hombre de 62 años.

La víspera el Ban Ki-moon, ya se había declarado «consternado» por la «escalofriante escalada militar» en Alepo y advirtió que el uso de armas avanzadas constituye un crimen de guerra.

– ‘ESCENA HORRIBLE’ –

Hajjar cuenta que su calle está llena de «bombas de racimo» sin explotar. «Un vecino fue abatido por una de ellas. Lo vi tropezar con ella, ésta explotó, arrancándole sus extremidades. Fue una escena horrible», añadió.

Desde que el jueves el ejército del régimen anunciara una nueva ofensiva para recuperar los barrios rebeldes, habitantes y militantes han dado cuenta de la utilización, además de las bombas de racimo, de un nuevo tipo de proyectiles.

Al ser arrojados, éstos provocan que la tierra tiemble a su alrededor, provocando el derrumbe de un edificio de varios pisos, como si se tratara de un castillo de naipes, que los habitantes utilizaban como refugio.

«No sé porqué el régimen nos bombardea de esta manera salvaje. Estamos sitiados y no tenemos adnde ir», aseguró por su parte a la AFP Imad Habbuche, en el barrio de Bab Al Nayrab.

Las 250.000 personas que viven en los barrios rebeldes no reciben ayuda exterior desde hace casi dos meses y, además, no tienen acceso al agua corriente desde el sábado a causa de los bombardeos, según Unicef.

– UNA MASACRE –

La Unión Europea (UE) denunció «una violación inaceptable de la ley humanitaria internacional».

En un comunicado común publicado por la UE, Estados Unidos y los ministros de Relaciones Exteriores de Francia, Italia, Alemania y Gran Bretaña se señalaba claramente a Rusia como responsable de la reanudación de los combates.

«Rusia debe probar que está dispuesta y que es capaz de tomar medidas excepcionales para salvar los esfuerzos diplomáticos», advirtieron los firmantes.

La coalición de la oposición siria en el exilio instó el sábado, desde Estambul, a la comunidad internacional a actuar para acabar con las «masacres».

La frágil tregua negociada por Estados Unidos y Rusia sólo se mantuvo una semana, hasta el lunes pasado. Los esfuerzos diplomáticos llevados a cabo desde entonces al margen de la Asamblea General de la ONU han fracasado.

En la tribuna de la ONU en Nueva York, el ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid Muallem, afirmó que el ejército de Damasco estaba registrando importantes éxitos militares con la ayuda de Rusia, Irán y el Hezbolá libanés, y señaló que su «confianza en la victoria» sobre los yihadistas es «aún más grande» que antes.

Por otro lado, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan afirmó este domingo que Turquía estaría dispuesta a participar en una operación con Estados Unidos para expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) de Raqa, en el norte de Siria, con la condición de que las milicias kurdo-sirias no formen parte de la misma.

El 24 de agosto, Turquía lanzó una ofensiva militar para expulsar de su frontera al EI y a los rebeldes kurdos.

Erdogan consideró que sería una «vergüenza» que Turquía y Estados Unidos no consiguieran acabar con los 10.000 yihadistas del EI presentes en Siria en la actualidad, según cifras del mandatario.