‘Toros’ utilizaron niños para matar personas, según el gobierno

El Presidente, Juan Orlando Hernández, anunció ayer el traslado de otros 20 reos de alta peligrosidad a la cárcel de máxima seguridad, denominada “El Pozo”, ubicada en Santa Bárbara.

En los últimos días, fueron trasladados a esta prisión 40 reos entre cabecillas de maras, extorsionadores y sicarios, como parte de un plan del gobierno para desconectarlos de una red delictiva que opera desde dentro al exterior de las cárceles.

En conferencia de prensa, el mandatario explicó que autoridades de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), junto a especialistas en inteligencia, están identificando a los 20 nuevos candidatos.

La escogencia se efectuará “en base al récord que han observado, en cuanto a que si han abusado de su condición de privados de libertad, no solamente en las principales ciudades, sino también en las otras ciudades intermedias; en casi todos los centros penales hemos encontrado de esos casos”, manifestó el gobernante.

MÁS CÁRCELES

“La construcción del nuevo sistema carcelario de Honduras apenas está comenzando”, expresó Hernández, al tiempo que reconoció que el actual sistema penitenciario fue diseñado para una realidad del siglo pasado, no para enfrentar los desafíos del mundo criminal de la actualidad.

Añadió que hoy en día el delito es transnacional y va de la mano con la tecnología, por lo que la cárcel de El Pozo solo es la primera de varias que se construirán con módulos de máxima seguridad e intermedia, muy superior a las cárceles que existen en la actualidad en el país.

“Luego viene otra cárcel que se está construyendo en el departamento de El Paraíso y pronto les estaremos dando a conocer los detalles de cómo va a funcionar esta cárcel”, adelantó el titular del Ejecutivo.

Asimismo, mencionó que se edificará otra prisión similar en el sector de Naco, en el departamento de Cortés, la cual se encuentra en una etapa de rediseño, por lo que la misma estaría concluida a finales del presente año o inicios del próximo, con lo que se repotenciará el sistema carcelario.

Expuso asimismo que la prisión de El Porvenir, en Francisco Morazán, estará siendo ampliada para construir talleres y zonas para cultivos, de manera que en este nuevo sistema el privado de libertad será ubicado donde pueda ser más útil, hasta llegar al confinamiento y aislamiento definitivo, siempre y cuando no dé muestras de cambio de conducta.

El Presidente recalcó que la construcción de este nuevo sistema penitenciario requerirá de la creación de nuevas leyes que están siendo preparadas para ser enviadas al Congreso Nacional para ser discutidas y aprobadas.

A lo anterior se deberá sumar el nuevo personal que se debe de tener, “porque se pueden tener las mejores instalaciones, pero si el recurso humano nos falla, falla todo el sistema”, advirtió.

En este sentido, recordó que la gente seleccionada para trabajar en El Pozo, en Santa Bárbara, pasó por un proceso de revisión de su hoja de vida, que abarcó, incluso, a sus parientes o familiares, además de las pruebas de confianza respectivas.

ANGELITOS

“Sé que algunos líderes de la oposición están usando el argumento de los derechos humanos, pero las víctimas también tienen derechos humanos”, refutó al gobernante ante los detractores de estas medidas que se aplican, a juicio del Presidente, con el único interés de proteger a la ciudadanía honesta.

“Alguien que estando privado de su libertad no solo burla al Estado y su sociedad, sino que atenta y utiliza niños para asesinar, no merece más que tenerlo totalmente aislado para proteger al resto de la sociedad; no son angelitos”, añadió.

Hernández señaló que organizaciones no gubernamentales afines a sus opositores son responsables de hacer quedar al país a nivel internacional como violador de los derechos humanos, por tomar estas medidas, que también son aplicadas en naciones desarrolladas.

Sin embargo, reiteró que “yo sigo estando convencido que mi deber es proteger a la ciudadanía y por eso estas personas que han delinquido desde las cárceles tienen que estar privados de su libertad absolutamente; nada de visitas, nada de llamadas y que estén confinadas como tienen que estar”.

El titular del Ejecutivo también informó que los centros penales de San Pedro Sula y Santa Bárbara serán los priorizados para ser cerrados, trasladar a la población penitenciaria hacia las nuevas cárceles de máxima seguridad y una vez desalojadas serán convertidas en centros de recreación artística para beneficio de la ciudadanía.