Más funcionarios que supuestamente han trabajado como “orejas” o informantes para el líder del Cartel del Atlántico, Wilter Neptaly Blanco Ruiz, podrían ser requeridos en los próximos días, ya que del mismo Ministerio Público (MP) están resultando “quemados”.
Desde el MP, se informó que una fiscal de La Ceiba, Atlántida, que supuestamente está ligada a Blanco Ruiz, facilitará información a los entes operadores de justicia y a la Embajada de Estados Unidos, sobre otros funcionarios que trabajan para el capo.
Hace unos dos meses, la fiscal comenzó a ser interrogada por la Unidad de Enjuiciamiento de Funcionarios Públicos, y al mismo tiempo se le prohibió seguir investigando los casos que le habían asignado, pero sigue en su puesto.
Mientras, el capitán de las Fuerzas Armadas (FF AA), Santos Rodríguez Orellana, rindió declaración ante la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), sobre sus operaciones en La Mosquitia, Gracias a Dios.
Dentro de la red de informantes del supuesto capo hondureño, que ha tomado el control de las rutas del tráfico de drogas de occidente y el Atlántico, se menciona que hay alcaldes, fiscales, policías y efectivos de las FF AA.
Así, el analista Raúl Pineda Alvarado, advirtió que “nosotros debemos prepararnos para una serie de situaciones escandalosas que se van a dar en los próximos meses que ya han sido anunciadas con políticos, empresarios, banqueros y elementos de la autoridad que van aparecer vinculados”.
EQUIPOS DE “DEA”
Ante la desconfianza en el sistema de operación de justicia, el gobierno de Estados Unidos, ha desplazado a Honduras equipos especializados de la Administración para el Control de Drogas (DEA, siglas en inglés), al tiempo de informarse que desde las últimas semanas andan detrás de ocho hondureños señalados por corrupción y narcotráfico.
Aparte de Blanco Ruiz, la DEA también le pisa los talones a siete hondureños más que son: Evin Xaviel Reyes Peña, Óscar Aragón Evereth, Fredy Donaldo Mármol Vallejo, Faustino Murillo Chirinos, Johanna Martínez Dican, alias “Casildo Suazo” y los capitanes Carlos Alberto Maradiaga Izaguirre (Fuerza Aérea Hondureña) y Santos Rodríguez Orellana (Ejército).
La astucia y sus conexiones con diferentes “orejas”, le han valido a Blanco Ruiz para no ser capturado por las autoridades hasta el momento, ya que sus operaciones son a bajo perfil en los departamentos de Colón y el municipio de Juan Francisco Bulnes, al norte de Gracias a Dios y cerca del océano Atlántico.
Pese a las extradiciones ejecutadas, las investigaciones de Estados Unidos, revelan que las operaciones de los capos nacionales siguen activas, traspasando cocaína de Suramérica al gran mercado de la nación del norte, con la supuesta colaboración de funcionarios y agentes del Estado.